lunes, 18 de mayo de 2015






La venta de drogas en Argentina creció un 50 % 

desde 2010.

La Universidad Católica Argentina elaboró un informe que indica que medio millón de hogares presenta problemas de adicciones en el país.  

Agencia EFE



La venta de drogas en Argentina creció un 50 % entre 2010 y 2014 hasta afectar a casi la mitad de los hogares urbanos, especialmente a aquellos de los barrios más vulnerables, según un informe presentado hoy por la Universidad Católica Argentina (UCA).
El 45 % de los hogares urbanos de Argentina dijo que había percibido el año pasado venta de drogas en su barrio, frente a un 30% de hogares que en 2010 había dicho que le constaban este tipo de actividades.
Eso representa un aumento del 50 % en el plazo de cuatro años, fenómeno que crece "exponencialmente" en los asentamientos precarios de las grandes ciudades, reveló hoy el coordinador del estudio realizado por la UCA, Agustín Salvia, en una rueda de prensa.
Según el Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones en Argentina, basado en unas 28.000 entrevistas a hogares de conglomerados urbanos, en los barrios de un nivel socioeconómico medio-alto la percepción de la venta de drogas creció un 30 %.
Mientras, en los de niveles bajos, el aumento fue de entre un 50 y un 60 %, perjudicando especialmente a villas  y asentamientos, donde la venta de sustancias ilícitas en el entorno fue reconocida por un 84 % de las familias.
Los menos favorecidos
El negocio de la droga "penetra mucho más fácilmente en espacios de alta vulnerabilidad social, debilitados, y de escasa presencia estatal", señaló Salvia, quien también afirmó que el narcotráfico es una actividad económica con "altos niveles de rentabilidad" que penetra en las comunidades "para convertir a los sujetos en adictos".
"El mercado se ha extendido por los lugares más pobres porque ahí es donde el Estado está menos presente", insistió antes de destacar que la "ampliación" del negocio en estas zonas se debe a la falta de políticas públicas y la presencia de agentes paraestatales que operan desde el poder "para generar situaciones de arbitrariedad" y "violencia estatal".
Con todo, para el coordinador del barómetro, la causa principal es, sobre todo, la incapacidad de las "frágiles" instituciones para dar una respuesta a esta problemática que afecta especialmente a aquellos jóvenes fáciles de reclutar, que se convierten en una herramienta imprescindible para las organizaciones mafiosas.
Los datos
Las entrevistas se realizaron en el cuarto trimestre de cada año desde 2010 a 2014 y el margen de error estadístico es del +/- 1,3 %.
La publicación del informe se produce apenas cuatro días después de que el sacerdote Juan Carlos Molina renunciara a su puesto en la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), que dirigía desde diciembre de 2013.

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