jueves, 28 de mayo de 2015

El Papa saludó a monseñor Colombo y hablaron de los Mártires del Chamical

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La Rioja (AICA) 
Tras la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco saludó este miércoles al obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombio, con quien conversó sobre la causa de beatificación de los “Mártires del Chamical”, cuyo fase diocesana finalizó y se presentó la documentación ante la Congregación para las Causas de los Santos, y del proceso de canonización de monseñor Enrique Angelelli.
Tras la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco saludó este miércoles al obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombio, con quien conversó sobre la causa de beatificación de los “Mártires del Chamical”, cuyo fase diocesana finalizó y se presentó la documentación ante la Congregación para las Causas de los Santos, y del proceso de canonización de monseñor Enrique Angelelli. 

Monseñor Colombo llevó al Vaticano la investigación diocesana sobre el martirio de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera, para promover su canonización tras cerrar el 15 de mayo la fase diocesana. 

El obispo riojano entregó en la Congregación para las Causas de los Santos, las cajas labradas que contienen unas 7.500 páginas de documentación que avalan el proceso de canonización de Murias, Longueville y Pedernera, asesinados en 1976 días antes que monseñor Angelelli. 

Antes de viajar a Roma, monseñor Colombo participó el sábado en San Salvador, El Salvador, de la ceremonia de canonización del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 mientras celebraba misa en la capilla de un hospital. 

El 18 de julio de 1976 el párroco francés Longueville y su vicario Murias, fueron secuestrados en la parroquia El Salvador, de la localidad de Chamical. Sus cuerpos fusilados, con los ojos vendados, aparecieron en un descampado al sur de la ciudad. Murias tenía signos de torturas. Hoy, el sitio se denomina Los Mártires y un oratorio honra sus memorias. 

En tanto, Pedernera, colaborador de monseñor Angelelli, fue acribillado a balazos el 25 de julio de 1976 por un grupo de hombres encapuchados que irrumpió en su casa y le dispararon delante de su esposa e hijos. 

En agosto de 2006, al cumplirse 30 años del asesinato de Angelelli, el cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, reivindicó en una misa en La Rioja la figura de Murias, Longueville y Pedernera, al asegurar que "dieron su sangre para la Iglesia". 

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