Las ocho cuentas
del collar de Navidad
Xabier Pikaza
La Navidad es una fiesta cristiana, celebración del nacimiento de Jesús, pero es también, por impulso del pueblo, una fiesta universal, que se celebra en casi todo el mundo, con matices distintos, pero con elementos comunes.
Esta celebración de Jesús, unida al solsticio del invierno (verano del hemisferio sur), es quizá la mayor aportación del Cristianismo a la Fiesta Universal de la Vida, vinculada al nacimiento de los niños (¡el hombre, un ser natal!).
Algunos nostálgicos podemos lamentar un cierto olvido de Jesús en las fiestas actuales (año 2015), pero en otro sentido debemos alegrarnos pues esta Navidad universal (con elementos de paganismo y de otras religiones) puede llevarnos a entender mejor la novedad del evangelio cristiano.
En ese sentido quiero hablar de las ocho cuentas del collar o pulsera de la Navidad, indicando que se trata, en algún sentido, de ocho fiestas en una.
Cada lector destacará un aspecto, un motivo, pero todos ellos pueden engarzarse para componer así las ocho cuentas o perlas de este “collar” de Navidad, como indicaré en esta postal. No hace falta leer de seguido todo lo que sigue. Bastará con hacerse una idea de conjunto. Fíjese pues cada uno en aquello que le parece principal, después de haberse parado en esta imagen del paso de peatones por donde quieren pasar José y María, en medio de una fiesta de puros regalos comerciales.
-- Ésto es lo que mostraré primero en forma de resumen, luego como desarrollo mas detenido,comentando de un modo unitaria el sentido de las ocho perlas de la Navidad universal, con ocasión del fin del año, el nuevo Ano 2016 d.C.
--Me alegro de poder ofrecer así el sentido de conjunto y los detalles de esta universal (humana) de la Navidad Cristiana, tal como ha venido siendo expuesta desde antiguo por creyentes y estudiosos.
Las ocho cuentas de esta Navidad son buenas, siempre que no nos ahogue el puro egoísmo del deseo y deseo de cosas, sin tiempo para pararnos aunque sea en un paso de peatones para entender y recorrer mejor la marcha de la vida, haciendo en ella un lugar para los otros.
VISIÓN DE CONJUNTO, LAS CUENTAS DEL COLLAR DE NAVIDAD
1. Fiesta para los cristianos: La Navidad es ante todo Belén, la historia de la Biblia, el recuerdo concreto del nacimiento de Jesús, con María y José. Esta Navidad es el cumplimiento de la esperanza de Israel, el nacimiento mesiánico de Jesús, el Hijo de Dios, en medio de la historia de los hombres, en tiempos del Cesar Octavio Augusto de Roma, cuando una paz más fingida que real parecía extenderse por el mundo entero.
2. Para los hombres religiosos, de todo credo o cultura. La Navidad es la fiesta del Dios misterioso, del que nada sabemos, sabiéndolo todo, pues ha querido nacer (=revelarse) entre los hombres. En esa línea, en un tono cristiano, podemos seguir diciendo que es la fiesta de Dios Padre/Madre, celebración de la Fuerza Buena de la Vida, que surge de Dios y aparece entre los hombres.. Ciertamente, en un plano sigue habiendo en este mundo lucha entre la Fuerza Buena y la Mala (como en la Guerra de las Galaxias: Star-War), pero, en otro plano, mucho más profundo, Navidad es la fiesta de la Fuerza Positiva, Espíritu de Dios, que se expresa en Jesús.
3. Fiesta del mundo sagrado. Para los hombres y mujeres preocupados por la Vida Cósmica (en una línea de ecología), la Navidad es la Fiesta del Mundo que renace, en el solsticio: el sol, que deja de bajar en el horizonte (matándonos de frío) o de subir y crecer sin fin (hemisferio sur, matándonos a todos de calor de fuego). La Navidad es año viejo y año nuevo, el equilibrio de la vida que se mantiene, como signo del Dios que nace y vive en el mundo, como ha puesto de relieve este año 2015 el Papa Francisco en Laudato Si, Alabado Seas, la encíclica de la Ecología Navideña.
4. Fiesta de las religiones. Para los creyentes de los credos sagrados de Oriente y Occidente, antiguos y nuevos, Navidad puede ser la fiesta del Nacimiento de su Fundador, de su Profeta, de su Buda… Significativamente, este año 2015/2016 ha coincidido la fiesta del Nacimiento de Jesús con la del Nacimiento de Muhammad/Mahoma. Como es lógico, los musulmanes salafistas (integristas) no quieren celebrar el Nacimiento de Muhammad (dicen que es una imitación cristiana), pero otros muchos la celebran. Así pudiéramos celebrar unidos el nacimiento de Jesús y de Buda, de Moisés y de Muhammad, de Crisna y de Confucio. Esta puede ser la fiesta de los viejos druidas y chamanes, que celebran el origen y misterio de la vida que renace cada año, en cada hombre… Cada nacimiento es distinto, pero todos tienen algo en común.
5. Navidad es una fiesta familia, cada niño que nace. Dice el evangelio de Lucas que cada uno iba a empadronarse a su lugar de nacimiento, para encontrar a su familia. De un modo semejante, los cristianos suelen reunirse por Navidad con su familia, padres y hermanos, primos y amigos, para celebrar la comunión de vida, especialmente cuando en la familia hay un niño, signo de la vida de Dios que sigue naciendo entre los hombres. Por eso se alegra la gente por los niños, les trae regalos, en nombre del Papa Noël, del Olentzero o de los Reyes Magos.
6. Navidad eres tú, Dios nace en tu vida, como he puesto de relieve en una postal anterior de este mismo blog, evocando la experiencia mística de San Juan de la Cruz. Los cristianos, con hombres y mujeres de otras religiones, saben que Dios nace en ellos. Así puede decir (decirte) que tú mismo eres Belén y los Pastores, y la Virgen María, eres nacimiento, una puerta por la que Dios entra en el gran universo y en la historia.
7. La Navidad Cristiana y Universal son también los pastores antiguos (los que vivían fuera de las ciudades resguardadas), los marginados de la historia, los más pobres, los niños de la periferia. No tiene sentido la Navidad si no es fiesta para todos, promesa de vida y esperanza para los exilados y extranjeros, refugiados, hambrientos y pobres… Mientras no puedan nacer todos a la vida esperanzada, a la comunión de amor del mundo, no puede celebrarse en plenitud la Navidad.
8. Navidad es finalmente Epifanía, la fiesta que la Iglesia Cristiana simboliza en los Magos que vienen de Oriente, buscando a Jesús…, y en la Iglesia que sale hacia Oriente y Occidente, para llevar a todos los hombres y mujeres el mensaje y la buena esperanza del Nacimiento de la Vida, con signos de oro (riqueza compartida), incienso (honor común) y mirra, que es el perfume del amor que nos permite superar la tristeza de la muerte.
Ésta son, en resumen, las ocho navidades y la única Navidad, pues todas se vinculan. Esta enumeración bastará para gran parte de lectores de mi blog. Para aquellos que quieren seguir pensando en ella ofrezco las reflexiones más extensas que siguen.
Para seguir leyendo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/12/28/p378278#more378278
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