Seis jóvenes iraníes detenidos por publicar un vídeo con la canción 'Happy'
Fueron liberados después por las autoridades, que les acusaban de atentar contra la moralidad
ÁNGELES ESPINOSA Dubái
¿Es posible ser joven y feliz en Irán? Tal vez, pero sin duda más difícil que en otros lugares del mundo a tenor de las últimas detenciones. Tres chicos y tres chicas han pasado un par de días en la cárcel tras haber colgado en YouTube un vídeo en el que bailan al ritmo de Happy de Pharrell Williams. Su caso se conoció después de que la televisión estatal emitiera el martes por la noche un programa en el que los jóvenes confesaban sentirse arrepentidos por lo que habían hecho. Este miércoles han quedado en libertad bajo fianza, pendientes de juicio, aunque el director del clip sigue entre rejas.
“Es muy triste que estos chicos hayan sido detenidos por intentar difundir la felicidad”, manifestó Williams en su cuenta Twitter.
No está claro de qué se les acusa, pero el jefe de la policía de Teherán, el general Hosein Sajedinia, se refirió a su “acto criminal” y dijo que el vídeo “hiere la castidad pública”. En la grabación, que trascurre entre el patio, la azotea y el interior de una casa, las tres muchachas aparecen sin pañuelo, en contra de la norma que obliga a todas las mujeres en Irán a esconder su cabello y las formas de su cuerpo. Además, bailan con el sexo opuesto.
“Hemos grabado este vídeo como fans de Pharrell Williams en ocho horas, usando iPhones 5S. Happy fue un pretexto para ser felices. Disfrutamos cada segundo del proceso. Confiamos en que os haga sonreír”, reza el mensaje final con el que se cierra el vídeo.
“Si ahora es un delito que la juventud muestre su felicidad en Irán, entonces los agentes del orden, y los centros de poder ultra que representan, deben de estar realmente muy asustados. Es el momento de que [el presidente Hasan] Rohaní tome partido”, ha pedido Hadi Ghaemi, el director ejecutivo de la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán. Esa organización, que criticó la exhibición de los jóvenes en televisión, ha informado de su puesta en libertad. Sólo el director del vídeo, Sassan Soleimani, permanece detenido.
El incidente constituye una demostración de fuerza de los ultraconservadores, que controlan el poder judicial y el aparato de seguridad, frente a los sectores más moderados que respaldan al Gobierno de Rohaní. A falta de una prensa libre, las redes sociales se han convertido en su campo de batalla más visible. Mientras que el presidente y sus seguidores apuestan por el libre acceso, los retrógrados quieren evitar la mínima liberalización.
“Fijaos el poco tiempo y la velocidad con que la policía actuó para descubrir e identificar a estos individuos. Vamos a identificar quienes actúen así y hacerles frente”, advirtió Sajedinia en televisión a los potenciales infractores, tras subrayar que sus hombres habían tardado un par de horas en determinar la identidad de los chicos y seis en detenerlos.
Es muy posible sin embargo que las detenciones se vuelvan contra sus instigadores. Desde que se conoció la noticia una copia del vídeo (el original fue retirado) se ha hecho viral y ha recibido cerca de 300.000 visitas en apenas dos días. De inmediato, se inició una campaña en Twitter, #freehappyiranians, pidiendo su liberación. Además, una oleada de solidaridad internacional con los muchachos está convirtiendo el incidente en un motivo de bochorno para el Gobierno iraní.
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