sábado, 31 de mayo de 2014

EL PAVOR DE LOS SUPER-RICOS: 

LA DESIGUALDAD 

Y LOS GRANDES IMPUESTOS


    Está causando furor entre los economistas y lectores de asuntos económicos, y principalmente pánico entre los muy ricos, un libro de 976 páginas escrito en 2013 que se ha convertido en un verdadero best-seller. Se trata de una obra de investigación de uno de los más jóvenes (43 años) y brillantes economistas franceses, Thomas Piketty, que abarca un periodo de 250 años. El libro se titula Le capital au XXIe siècle (Seuil, Paris 2013). Aborda fundamentalmente la relación de desigualdad social producida por herencias, ingresos y principalmente por el proceso de acumulación capitalista, teniendo como material de análisis particularmente a Europa y Estados Unidos.
La tesis de base que sostiene es: la desigualdad no es accidental sino el rasgo característico del capitalismo. Si la desigualdad persiste y aumenta, el orden democrático estará fuertemente amenazado. Desde 1960, la participación de los electores en Estados Unidos disminuyó del 64% (1960) a poco más del 50% (1996), aunque haya aumentado últimamente. Tal hecho deja ver que es una democracia más formal que real.
Esta tesis, sostenida siempre por los mejores analistas sociales y repetida muchas veces por el autor de estas líneas, se confirma: democracia y capitalismo no conviven. Y si aquella se instaura dentro del orden capitalista, asume formas distorsionadas e incluso rasgos de farsa. Donde entra, establece inmediatamente relaciones de desigualdad lo cual, en el dialecto de la ética, significa relaciones de explotación y de injusticia. La democracia tiene como presupuesto básico la igualdad de derechos de los ciudadanos y el combate a los privilegios. Cuando la igualdad es herida, se abre espacio al conflicto de clases, a la creación de élites, a la subordinación de grupos enteros, a la corrupción, fenómenos visibles en nuestras democracias de bajísima intensidad.
Piketty ve a Estados Unidos y Gran Bretaña, donde el capitalismo triunfa, los países más desiguales, lo que es confirmado también por uno de los mayores especialistas en desigualdad, Richard Wilkinson. En Estados Unidos los ejecutivos ganan 331 veces más que un trabajador medio. Eric Hobsbawn, en una de sus últimas intervenciones antes de su muerte, dice claramente que la economía política occidental del neoliberalismo "ha subordinado deliberadamente el bienestar y la justica social a la tiranía del PIB, al mayor crecimiento económico posible, deliberadamente desigualitario".
En términos globales, citemos el valiente documento de Oxfam Intermón enviado a los opulentos empresarios y banqueros reunidos en Davos en enero de este año como conclusión de su informe "Gobernar para las élites, secuestro democrático y desigualdad económica": 85 ricos tienen el mismo dinero que 3.570 millones de pobres del mundo.
El discurso ideológico lanzado por esos plutócratas es que tal riqueza es fruto de activos, de herencias y de la meritocracia; las fortunas son conquistas merecidas como recompensa por los buenos servicios prestados. Se ofenden cuando son señalados como el 1% de ricos frente al 99% de los demás ciudadanos, pues se imaginan ser los grandes generadores de empleo.
Los premios Nobel J. Stiglitz y P. Krugman han mostrado que el dinero que recibieron de los gobiernos para salvar sus bancos y empresas no han sido empleados para la generación de empleo. Entraron en la rueda financiera mundial que rinde siempre mucho más sin necesidad de trabajar. Y aún hay 21 billones de dólares de 91 mil personas en los paraísos fiscales.
¿Cómo va a ser posible establecer relaciones mínimas de equidad, de participación, de cooperación y de democracia real cuando se revelan estas excrecencias humanas que se hacen sordas a los gritos que suben de la Tierra y ciegas a los sufrimientos de millones de co-semejantes?
Volvamos a la situación de desigualdad en Brasil. Nos orienta nuestro mejor especialista en este área, Márcio Pochmann (véase también Atlas da exclusão social – os ricos no Brasil, Cortez, 2004): veinte mil familias viven de la colocación de sus riquezas en los circuitos financieros, por lo tanto ganan a través de la especulación. Continúa Poschmann: «el 10% más rico de la población impone, históricamente, la dictadura de la concentración, pues alcanza a responder por casi el 75% de toda la riqueza nacional. Mientras que el 90% más pobre se queda solo con el 25%» (Le Monde Diplomatique, octubre 2007).
Según datos de organismos económicos de la ONU de 2005, Brasil era el octavo país más desigual del mundo. Pero gracias a las políticas sociales de los dos últimos gobiernos, dígase honrosamente, el índice de Geni (que mide las desigualdades) pasó de 0,58 a 0,52. En otras palabras, la desigualdad, que sigue siendo enorme, bajó un 17%.
Piketty no ve un camino más corto para disminuir las desigualdades que la severa intervención del Estado y la aplicación de impuestos progresivos sobre la riqueza hasta en un 80%, lo que horroriza a los super-ricos. Son sabias las palabras de Eric Hobsbawn: «El objetivo de la economía no es la ganancia sino el bienestar de toda la población; el crecimiento económico no es un fin en sí mismo, sino un medio para dar vida a sociedades buenas, humanas y justas».
Y como gran final la frase de Robert F. Kennedy: «el PIB incluye todo, menos lo que hace que la vida valga la pena».

Convocan a un nuevo concilio ecuménico 

en Nicea

El Papa y el patriarca de Constantinopla acuerdan que sea en 2025, en el mismo lugar donde se realizó el primero en el 325. "El diálogo para la unidad entre católicos y ortodoxos recomienza desde Jerusalén”, destacó Bartolomé I, al confirmarlo.


El papa Francisco y el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, acordaron una nueva reunión de católicos y ortodoxos para el 2025 en Nicea, donde se realizó el primer concilio ecuménico de la Iglesia indivisa en el año 325.
"Hemos acordado dejar como herencia a nosotros mismos y a nuestros sucesores el reunirse en Nicea en 2025, para celebrar todos juntos, después de 17 siglos, el primer Sínodo realmente ecuménico de donde salió el Credo", dijo Bartolomé I a la agencia Asia News, al regresar de Jerusalén donde se reunió con el papa argentino en el Santo Sepulcro.

El encuentro entre Bartolomé I y Francisco, durante el viaje que realizó a Tierra Santa el fin de semana pasado, recreó el abrazo que se dieron hace 50 años Pablo VI y el patriarca Atenágoras en 1964, después de un siglo de distanciamiento entre el oriente y el occidente cristiano.

"El diálogo para la unidad entre católicos y ortodoxos recomienza desde Jerusalén. En esta ciudad, en el próximo otoño se realizará la reunión de la Comisión mixta católico-ortodoxa, albergada por el patriarca greco-ortodoxo Teófilo III. Es un camino largo en el que todos deben empeñarse sin hipocresías", dijo Bartolomé en la entrevista.

El patriarca ecuménico dijo también que Jerusalén "es el lugar, la tierra del diálogo entre Dios y el hombre, el lugar donde se encarnó el Logos de Dios" y recordó que sus "predecesores, Athenágoras y Pablo VI han elegido este lugar para romper el silencio durante siglos entre las dos Iglesias hermanas".

"He caminado con mi hermano Francisco en esa Tierra Santa no con miedos o temores de Cleofás y Lucas en el camino hacia Emaús, sino inspirado por la viva esperanza como nos enseña Nuestro Señor", añadió.

El concilio de Nicea -hoy Izniki, 130 kilómetros al sudeste de Estambul- reunió en el año 325 a más de 300 obispos de Oriente y Occidente y está considerado como el primer verdadero concilio ecuménico.


Durante esa reunión, se constituyó el Credo, semejante al que se recita todavía hoy durante la liturgia, en el que afirman que Jesús comparte "la misma sustancia del Padre".

Palabra del día



El grito (1893), de Edvard Munch

gritar


Quiritas era el nombre que los romanos daban a los sabinos, un pueblo itálico que vivía en la colina del Quirinal, situada al este del Tíber, cuya religión ejerció gran influencia sobre las costumbres de Roma. El gentilicio de este pueblo y el nombre de la colina representaban un homenaje a su dios de la guerra, Quirino. 

Cuenta una leyenda que los hombres de Rómulo raptaron a las mujeres sabinas, lo que provocó una guerra que duró largos meses, hasta que las víctimas aparecieron sobre el campo de batalla con sus niños recién nacidos, hijos de los soldados romanos, lo cual dio lugar a la reconciliación entre ambos pueblos. A partir del siglo III a. de C., los sabinos pasaron a formar parte de la sociedad romana como ciudadanos influyentes. 

Tan poderosos eran que, en el siglo I a. de C., el historiador romano Marco Terencio Varrón aseguraba que después de la integración de los sabinos a la sociedad romana había surgido en la ciudad la expresión pedir «ayuda a los quiritas», que con el tiempo quedó resumida en el verbo quiritare

Quiritare fue adquiriendo el significado de «gritar por socorro» y, en el latín vulgar de la Edad Media, se convirtió en critare, que llegó al español como gritar.

Este vocablo latino de tan singular historia ha permanecido en otras lenguas romances, como en el francés crier y en el italiano gridare y, además, a partir del francés, llegó al inglés como to cry, con el mismo significado.


viernes, 30 de mayo de 2014




¿Cuándo no rezas?


Jesús enseñaba a los suyos que era “preciso orar siempre sin desfallecer” (Lc 18,1). Sin duda, recordando esta enseñanza, el apóstol Pablo, en uno de sus más antiguos escritos, decía: “orad constantemente” (1Tes 5,17). Uno buena interpretación de estas recomendaciones me parece que la ofrece uno de los himnos de la liturgia de las horas, cuando coloca en los labios de aquellos que se aprestan a ir a dormir, una palabra de acción de gracias a Dios por “la bondad de su empeño de convertir nuestro sueño en una humilde alabanza”. Sí, también el sueño puede ser un momento de alabanza a nuestro Dios. Porque hagamos lo que hagamos y estemos donde estemos, los creyentes deberíamos sentirnos siempre en presencia de Dios. Y la oración es precisamente eso: ponerse en presencia de Dios.

La vida del cristiano es una continua oración porque la oración no es solo el acto mental o vocal, personal o comunitario, que habitualmente llamamos oración, sino más bien la conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida. Y así como el amante está siempre amando al amado, aunque solo pueda pensar explícitamente en él en momentos determinados, así la vida del creyente está siempre determinada por la presencia y el amor de Dios, aunque sólo en determinados y contados momentos piense explícitamente en ello.

Un posible criterio para saber cuál es nuestro grado de fe y de oración sería que no nos gustase la pregunta que, a veces, se hace: ¿cuándo ora usted? Y prefiriéramos esta otra: ¿cuándo dejo yo de orar? La oración es una forma de amor. Preguntar al amante cuando ama es casi ofensivo. Siempre vive en el clima del amor. La cuestión que preocupa al amante es esta otra: ¿Cuándo dejo yo de amar a Dios, de saberme acompañado por él, de estar en su presencia? Del mismo modo, la cuestión no es tanto cuando rezo (en el sentido de estar en una actitud mental o vocal que piensa explícitamente en Dios), sino cuando dejo de rezar, en el sentido de adoptar actitudes contrarias a la voluntad de Dios, actitudes que me alejan de los criterios evangélicos de vida y que ponen mi vida de espaldas a Dios.

Sobre el nuevo sínodo

Isabel Gómez Acebo


Ha aparecido un nuevo artículo de Joan Chittister en el National Catholic Reporter que me voy a permitir reproducir.
“Recuerdo un anciano proverbio que me dejó con malestar tanto por el presente como por el pasado. Decía Buda que hay sólo dos errores en el camino de la verdad, el primero es no ir suficientemente deprisa pero el segundo es no empezar. El recuerdo era porque estamos en el momento de cometer otro error… o no. Todo depende. A muy pocas personas se les da la posibilidad de tener una segunda oportunidad para colocar las grandes cosas de la vida en su sitio, en su lugar auténtico. A nivel personal, recuperarse de un error es una acción muy lenta y supone un largo proceso. Nos equivocamos en nuestro matrimonio y nos arrastramos por la vida abandonando nuestros primeros sueños. Nos estancamos en trabajos mortíferos que se llevan por delante el tipo de vida con el que habíamos soñado.

Si las correcciones, a lo largo de la vida, son difíciles para los individuos, resultan todavía máscomplicadas para las instituciones. Los gobiernos quedan marcados durante décadas por sus mayores decisiones. Las guerras sin causa son tropiezos, como la invasión de Irak, que dañan el lugar de un país en la comunidad de naciones durante años. Muy pocas grandes sociedades como Fannie Mae y Freddie Mac (sociedades USA dedicadas a las hipotecas que quebraron), pueden recuperarse del abandono de su clientela. Han perdido credibilidad, echado a perder años de benevolencia con lo que ven como su público les da espalda buscando la luz como los girasoles.
Lo peor es que, si una institución pública cae en la ignominia, si no desaparece de inmediato está condenada a caer despacio y dolorosamente en formas irreconocibles de su antiguo esplendor. Hace tiempo las iglesias no tenían estos problemas pero eso ha cambiado. Hoyno están mejor situadas que otras sociedades y tienen que afrontar los costos del pecado y los intentos de fraude. “La fe” no consigue cancelar en un pueblo educado, la falta de integridad de las iglesias y es donde estamos ahora, nos guste o no. Nuestras mayores instituciones están siendo revisadas con sospecha, el gobierno y sus escandalosas disfunciones, las instituciones financieras globales y su peculiar escamoteo pecuniario, incluso la Iglesia y su insistencia en normas para los demás, cuando recorta las suyas.
Y en el medio de una Iglesia manchada por el escándalo y la rigidez llega un papa con una llamada a la reforma y al entendimiento. No es posible estar en desacuerdo. Pero el problema es que la Iglesia ya ha estado en esta coyuntura con anterioridad. La primera vez fue en el siglo XVI cuando los reformadores pedían una revisión seria de su teología práctica. Protestaron contra el clericalismo, la riqueza eclesial, la utilización de un lenguaje incomprensible que distanciaba a los laicos convirtiéndolos en ciudadanos de segunda categoría, la venta de reliquias, la concesión de indulgencias a cambio de dinero y una teología que convertía a los laicos en personas dóciles sin pensamiento propio, en una fe desprovista de testigos y de energía espiritual. La respuesta de la Iglesia fue el concilio de Trento (1545- 1563) y sus 150 anatemas contra toda posibilidad de cambio.
Fue la misma repuesta de siempre a los deseos de renovación de la Iglesia pero esta vez fueron más allá al añadir un índice de libros prohibidos para amortiguar este tipo de pensamiento renovador en el futuro. El rechazo a las lenguas vernáculas, hacían la discusión eclesial imposible para los laicos. Hubo mayor control episcopal y más normas para todo. La necesidad de reforma desapareció.
A partir del Vaticano II la Iglesia ha vuelto a abrir el tema de la reforma y ha llegado un papa con específicas cuestiones para las que quiere la respuesta de los laicos antes de la apertura del sínodo de los obispos. Se trata de discutir “los cambios pastorales necesarios para la familia en el contexto evangelizador” en el mes de octubre y para ello pretende recibir el input de los laicos de todas las diócesis.
Pero salvando a algunos obispos de USA (creo que los mismo se podría decir de España) no se nos ha convocado y ese es el verdadero problema.Preguntar tiene tres peligros.
Primer, cuando preguntas das la idea de que las respuestas van a ser tomadas en consideración lo que genera expectativas.
Segundo, preguntar supone que estás abierto a considerar las posturas de los otros
Tercero, como conocen todos los buenos abogados, hacer una pregunta sobre la que no quieres escuchar una respuesta diferente a la tuya expone las fisuras y diferencias que se manifiestan dentro de la comunidad. El viejo juego de que “una única respuesta” es válida para todos se termina y abre la mente de las personas, que consideran tienen el derecho a pensar, a repensar y a pensar de nuevo.

El pensamiento es un signo de que el grupo está sano pero no revela una comunidad conforme y complaciente. En la medida que las personas se acostumbran a pensar juntas, la comunidad se afianza, entra energía en el grupo, se abren nuevas posibilidades y una nueva vida eclosiona. Para todos.
Los 150 anatemas de Trento fueron un error por el que se perdió media Europa para la Iglesia, dividió la comunidad cristiana durante 400 años y sumergió al catolicismo en el oscurantismo del pensamiento y a los testigos cristianos flotando en el “escándalo de la división”.
Desde mi punto de vista da la impresión de que se nos abre una nueva oportunidad de hacer las cosas bien. La única cuestión es si a los obispos que se les ha pedido recoger la respuesta de los laicos, lo harán. Sería la manera de poner el proceso en marcha”.

miércoles, 28 de mayo de 2014

La mató a pedradas su propia familia

Crimen de honor en Pakistán.

Una mujer embarazada de 25 años fue lapidada frente a un juzgado en la localidad de Lahore. Le lanzaron ladrillos. Fue por casarse con el hombre que amaba.

Una paquistaní embarazada fue asesinada a pedradas el martes por su propia familia afuera de una oficina de juzgados en la ciudad de Lahore por casarse con el hombre que amaba.
La mujer fue lapidada cuando se dirigía a la corte por un caso de secuestro que su familia presentó contra su esposo. El padre de la mujer fue arrestado de inmediato por el cargo de asesinato, dijo el investigador policiaco Rana Mujahid, quien agregó que las autoridades están trabajando para atrapar a todos los que participaron en este "crimen atroz''.
Los matrimonios arreglados son la norma entre los paquistaníes conservadores y cientos de mujeres mueren cada año por los "asesinatos de honor'' cometidos por sus propios esposos o familiares como castigo por supuestamente cometer adulterio y otras conductas sexuales rechazadas.
Sin embargo, las lapidaciones en público son extremadamente inusuales. El ataque del martes sucedió frente a una multitud de testigos a plena luz del día. La oficina de juzgados se encuentra en una vía importante.
El oficial Naseem Butt identificó a la mujer asesinada como Farzana Parveen, de 25 años, y dijo que se casó con Mohammad Iqbal, de 45, contra la voluntad de su familia después de llevar años comprometidos.
Mohammad Azeem, el padre de ella, presentó un caso de secuestro contra Iqbal, que la pareja estaba apelando, dijo Mustafa Kharal, abogado de la fallecida, quien tenía tres meses de embarazo.
Unos 20 integrantes de la familia Parveen, incluyendo su padre y hermanos, estaban esperando afuera de la oficina de juzgados en Lahore. Cuando la pareja se encaminaba a la puerta principal, los familiares dispararon al aire y trataron de arrebatársela a Iqbal, relató el abogado.
Cuando ella puso resistencia, su padre, hermanos y otros familiares comenzaron a golpearla y a lanzarle ladrillos que había de una construcción cercana.
(Fuente: Agencias)

lunes, 26 de mayo de 2014

Piden pena de 50 latigazos para la actriz iraní Leila Hatami, por dar un beso en la mejilla

El beso fue una formalidad con el director del Festival de Cine de Cannes, durante la apertura. Por más que Leila Hatami pidió disculpas, la sociedad quiere un castigo ejemplar.

Leila Hatami, la actriz iraní que protagonizó en 2011 el filme ganador del Oscar La separación, no la está pasando bien por estos días: no solamente tuvo que disculparse públicamente por besar en la mejilla (una formalidad al uso en Europa) al director del Festival de Cannes la semana pasada, sino que se enfrenta a una posible condena, consistente en nada menos que 50 latigazos por su trasgresión, además de la cárcel.
El beso a Giles Jacob, un anciano de 83 años, ocurrió en la apertura del festival de cine en el que Hatami es jurado el pasado 14 de mayo, y provocó la declaración ofical del viceministro de Cultura y Orientación Islámica, Hosein Nushabadí, quien ha afirmado que Hatamí se condujo "de forma inapropiada", con "falta de consideración por los valores de la sociedad" y "en violación de las creencias religiosas". Pero la cosa no quedó ahí.
La petición de un grupo estudiantil con vinculación con Hezbollah y la Guardia Revolucionaria de Irán señaló: "Los abajo firmantes, miembros del grupo de estudiantes de Hermanos y Hermanas Musulmanes, pedimos a la (oficina) de Cultura y Medios de la Justicia que levante cargos contra Leila Hatami por su pecaminoso acto de besar a un extraño en público, que de acuerdo con el artículo 638 de la Justicia Criminal islámica conlleva a una sentencia de prisión". Y agregan en su comunicado que la actitud de la actriz "daña los sentimientos religiosos (...) y se demandael castigo por flagelación tal como estipula la ley".
Poco parecen importar las explicaciones de Hatami, quien escribió en una carta a la la organización de cine de su país estar "muy apenada por herir los sentimientos de algunas personas", y que si bien resultó infructuoso, su primera intención al saludar a Jacob fue un apretón de manos.
"Aunque me resutla embarazoso dar estas explicaciones, no tuve otra alternativa más que entrar en detalles para quienes no entendieron la situación inevitable en la que me vi envuelta. A mis ojos, él (Jacob) ciertamente es como un abuelo, que además en ese caso era mi anfitrión", agregó Leila.

domingo, 25 de mayo de 2014

ACTIVIDADES SEMANALES 
ESCUELA DE BIBLIA 
"PARRESÍA"


Lunes 26
HORA: 21,00-23,00 hs
LUGAR: Pquia de laguna Larga
TEMA: El Jesús Histórico (1)


Martes 27
HORA: 21,00-23,00 hs
LUGAR: Pquia de laguna Larga
TEMA: El Jesús Histórico (2)


Miércoles 28
HORA: 14,00-16,30 hs.
LUGAR: Cárcel de Bower
TEMA: Apocalipsis (3)


Jueves 29
HORA:  19,00-21,30 hs.
LUGAR: Casa de la Catequesis
TEMA: Hermenéutica del Libro de de Josué


HORA:  19,00-2130 hs.
LUGAR: Pquia Del Espíritu Santo
TEMA: Hermenéutica del libro del Deuteronomio.


Viernes 30
HORA:  19,00-21,30 hs.
LUGAR: Casa de la Catequesis
TEMA: El Libro del Apocalipsis (1)


Sábado 31
HORA: 15,00-16,30 hs.
LUGAR: Pquia. María y José
TEMA: María en los Evangelios (6)

En el río Jordan, donde se bautizó a Jesús

El Papa Francisco reza frente al río Jordan donde se bautizó a Cristo, en Betania. (AP)



Francisco, 

peregrino de paz


La primera homilía del Papa en su viaje a Tierra Santa ha sido un ejemplo de lo que debe ser una homilía: un comentario breve al Evangelio, con aplicaciones a la situación concreta que viven los cristianos que asisten a la celebración. En la capital del reino jordano el Papa, dirigiéndose a los fieles cristianos, ha notado que el Espíritu Santo realiza en nosotros tres acciones: prepara a Jesús para una misión de salvación, que realizará desde la mansedumbre y la humildad; unge a los discípulos para que tengan los mismos sentimientos de Jesús y puedan así asumir actitudes que favorezcan la paz y la comunión; y finalmente envía a los que ha ungido como mensajeros y testigos de paz.

En un contexto de pluralismo religioso y social, en un contexto de división política y de enfrentamientos, la homilía papal, sin ser un discurso político, resulta ser una gran orientación para que florezca esta paz que permite la vida, como resultado del encuentro entre los seres humanos. Como muy bien ha dicho el Papa, “la misión del Espíritu Santo consiste en generar armonía –Él mismo es armonía– y obrar la paz en situaciones diversas y entre individuos diferentes. La diversidad de personas y de ideas no debe provocar rechazo o crear obstáculos, porque la variedad es siempre una riqueza”. La variedad no es motivo de enfrentamiento o de rechazo. Es una riqueza, que nos favorece a todos. Por tanto, todos debemos respetarla y apoyarla.

Para ello, continúa diciendo el Papa, “es necesario realizar gestos de humildad, de fraternidad, de perdón, de reconciliación. Estos gestos son premisa y condición para una paz auténtica, sólida y duradera”. Esta es una tarea de cada día, que debe guiar cada uno de nuestros gestos y de nuestros pensamientos. Porque, vuelvo a citar al Papa, “la paz no se puede comprar: es un don que hemos de buscar con paciencia y construir artesanalmente mediante pequeños y grandes gestos en nuestra vida cotidiana. El camino de la paz se consolida si reconocemos que todos tenemos la misma sangre y formamos parte del género humano; si no olvidamos que tenemos un único Padre del cielo y que somos todos sus hijos, hechos a su imagen y semejanza”.

El logotipo de este viaje papal representa a los dos hermanos Andrés y Pedro, juntos en la misma barca. El patriarca de Constantinopla, la segunda Roma, se considera sucesor del apóstol Andrés. El obispo de Roma y patriarca de Occidente, se considera sucesor de Pedro. Durante mucho tiempo los sucesores de Pedro y Andrés han vivido separados. Este logotipo es un signo de tiempos nuevos que despuntan: el tiempo en el que Andrés y Pedro unidos, encarnados hoy en Bartolomé y Francisco, serán signo real, sacramento de lo que debe ser toda la humanidad: una comunidad de hermanos, distintos pero solidarios. Unidos por un amor más fuerte que todas las diferencias.

viernes, 23 de mayo de 2014

¿Cuánta barbarie existe aún entre nosotros?

Leonardo Boff

            Perversidades siempre se han dado en la humanidad, pero hoy, con la proliferación de los medios de comunicación, algunas se hacen más patentes y suscitan especial indignación. El caso más clamoroso fue el linchamiento de la inocente Fabiane María de Jesús en Guarujá en el litoral paulista a principios de este mes de mayo de 2014. Confundida con una secuestradora de niños para prácticas de magia negra, fue literalmente despedazada y linchada por una turba de indignados.
            Tal hecho constituye un desafío a la comprensión, pues vivimos en sociedades consideradas civilizadas y dentro de ellas ocurren prácticas que nos remiten a los tiempos de barbarie, cuando aún no había contrato social ni reglas colectivas para garantizar una convivencia mínimamente humana.
            Hay una tradición teórica que ha intentado dilucidar tal hecho. En 1895 Gustave Le Bon escribió, quizá fue el primero, un libro sobre la “Psicología de las masas”. Su tesis es que una multitud, dominada por el inconsciente, puede formar un “alma colectiva” y llegar a practicar actos perversos que el “alma individual” normalmente jamás practicaría. El norteamericano H. L. Melcken escribió en 1918 “La Turba”, un estudio mesurado sobre el hecho. Muestra la identificación del grupo con un líder violento o con una ideología de exclusión, que adquiere entonces un cuerpo propio y, sin control, deja que irrumpa lo bárbaro que anida todavía en el ser humano. Freud en 1921 retomó la cuestión con su “Psicología de las masas y análisis del yo”. Los impulsos de muerte subsistentes en el ser humano, dadas ciertas situaciones colectivas, dice, escapan al control del superyó (conciencia, reglas sociales) y aprovechan el espacio liberado para manifestarse con toda su virulencia. El individuo se siente amparado y animado por la multitud para dar salida a la violencia escondida dentro de él.
            El análisis más incitante fue hecho por la filósofa Hannah Arendt. En 1961 siguió en Jerusalén todo el proceso del juicio del criminal nazi Adolf Eichmann por crímenes contra la humanidad. En 1963 Arendt escribió un libro que irritó a muchos: “Eichmann en Jerusalén: un relato sobre la banalización del mal”. Y acuñó la expresión “la banalización del mal”. Mostró como la identificación con la figura del “Führer” y con las órdenes dadas desde arriba pueden llevar a las peores barbaridades con la conciencia más tranquila del mundo. Pero no solo en ellos se expresa la barbarie. También lo hace en aquellos judíos a los que desbordaba su odio a Eichmann, exigiendo los peores castigos para él, como expresión también de un mal interno.
            ¿Qué concluimos de todo esto? Que un concepto realista del ser humano debe incluir también su inhumanidad. Somos sapientes y dementes. En otras palabras: la barbarie, el crimen, el asesinato pertenecen al ámbito de lo humano. Hace miles de años dimos un día el salto desde la animalidad, del inconsciente al consciente, del impulso destructivo a la civilización. Pero ese salto todavía no se ha completado totalmente. Cargamos dentro de nosotros, latente pero siempre actuante, con el impulso de muerte. La religión, la moral, la educación, el trabajo civilizatorio han sido los medios que hemos desarrollado para poner bajo control esos demonios que nos habitan. Pero esas instancias no tienen la fuerza que pueda someter tales impulsos a las reglas de una civilización que procura resolver los problemas humanos con acuerdos y no recurriendo a la violencia.
            Hay que reconocer que todavía prevalece en nosotros mucha barbarie. No diría animalidad, pues los animales se rigen por impulsos instintivos de conservación de la vida y de la especie. En nosotros esos impulsos perduran pero tenemos condiciones para volverlos conscientes, canalizarlos para tareas dignas a través de sublimaciones no destructivas, como Freud y, recientemente, el filósofo René Girard con su “deseo mimético” positivo tanto han insistido. Pero ambos se dan cuenta del carácter misterioso y desafiante de la persistencia de ese lado sombrío (pulsión de muerte en dialéctica con la pulsión de vida) que dramatiza la condición humana y pueden llevar a hechos irracionales y criminales como el linchamiento de una persona inocente. Todos pensamos en los linchadores, ¿pero cuáles serían los sentimientos de Fabiane María de Jesús, sabiéndose inocente y siendo víctima de la saña de la multitud que hace “justicia” por su propia mano?
            La cuestión principal no es el Estado ausente y débil o el sentimiento de impunidad. Todo eso cuenta, pero no aclara el hecho de la barbarie. Ella está en nosotros. Y a todas horas resurge en el mundo con expresiones innombrables de violencia, algunas reveladas por la Comisión de la Verdad que analiza las torturas y las abominaciones practicadas por tranquilos agentes del Estado de terror implantado en Brasil.

            El ser humano es una ecuación aún no resuelta: cloaca de perversidad, para usar una expresión de Pascal, y al mismo tiempo la irradiación de bondad de una Hermana Dulce en Bahía, que aliviaba los padecimientos de los más miserables. Ambas realidades caben dentro de ese ser misterioso ―el ser humano― que sin dejar de ser humano puede ser también inhumano. Tenemos que completar el salto de la barbarie a la plena humanidad. La situación violenta del mundo actual, también contra la Madre Tierra, nos deja aprensivos sobre la posibilidad de que ese salto pueda tener un final feliz. Sólo un Dios podrá humanizarnos. Él lo intentó pero acabó en la cruz. Uno de los significados de la resurrección es darnos esperanza de que aún es posible. Pero para eso necesitamos creer y esperar. 

jueves, 22 de mayo de 2014


La noticia es suficientemente conocida: Meriam Yehya Ibrahim es una mujer con 8 meses de embarazo que podría ser ejecutada por las autoridades de Sudán. Su crimen fue haberse casado con un hombre cristiano. Aunque ella fue criada como cristiana, el hecho de que su padre –con quién no convivió en su infancia- fuera musulmán, hace que las autoridades consideren su unión como un grave delito. Las autoridades religiosas del país han pedido su ejecución en la horca precedida de 100 latigazos.


Prescindo de cualquier consideración sobre las circunstancias de la vida de esta mujer. Porque cuando por motivos religiosos se puede condenar a una persona a muerte, cualquier otra consideración es superflua y vana. Ya sé, de sobra, que, a lo largo de la historia, se han pronunciado demasiadas penas de muerte en nombre de Cristo. Pues igual de mal o peor que en nombre de Alá. No hace falta ocultarlo ni intentar justificarlo. Nadie hoy pronuncia tales penas en nombre de Cristo. Aunque seguimos utilizando su santo nombre, cuando unos cristianos descalificamos a otros apelando a la ortodoxia, en ocasiones confundida con la rigidez mental.


Vuelvo al asunto Meriam. Me parece una vergüenza para la humanidad que sigan ocurriendo estas cosas. Si además la condena se ampara en motivos religiosos, me parece un insulto contra la propia fe o religión a la que se apela. No creo que haya que descalificar a las religiones en nombre de las que se justifican tales barbaridades. Lo que procede es denunciar a los clérigos, imanes, rabinos, chamanes y demás personajes que se amparan en sus vestiduras (¡porque cabeza no tienen!, ¡vísceras muchas!) para pronunciar tales sentencias.


Yo no creo que las religiones y sus textos sagrados sean intolerantes. Los intolerantes han sido y son algunos de sus clérigos, que han arrastrado a los fieles. A los dioses no hay que temerles. Hay que temer a algunos de sus intérpretes. La religión no se da en abstracto. Siempre se la encuentra vivida en personas concretas. Los cristianos, en todo caso, estamos llamados a vivir en y desde el perdón, en y desde el amor. Y aunque no sea mi modo de vivir lo que hace verdadero al cristianismo, sí que hay que decir que una fe no vivida en el amor no es verdadera en mí. En mí es una falsa fe, una fe diabólica. Por muy exacta que sea la verdad a la que se refiere.

Te adoro sagrada hostia

José Manuel Bernal


La cantamos de pequeños todos los que peinamos canas. Perteneció al repertorio religioso popular en los años de la posguerra. Junto con otras canciones del mismo corte: «Hostia pura, hostia santa, hostia inmaculada», o «La puerta del sagrario quien la pudiera abrir», o «Vamos, niños, al sagrario que Jesús llorando está». Los más cultivados hasta recordarán aquellos motetes «Panis angelicus fit panis hominum» o aquel otro «O salutaris hostia», que se cantaban a coro en las funciones religiosas más solemnes.

Traigo a colación este recuerdo porque deseo señalar la fijación que ha existido en la piedad popular clásica respecto al pan consagrado, a la hostia consagrada. Viene de lejos. Desde que en la edad media, en el entorno polémico sobre la presencia real, se instauró la costumbre de elevar la hostia en el momento de la consagración. Porque la elevación de la hostia precedió cronológicamente a la del cáliz, cuya elevación se introdujo posteriormente por mimetismo y por simetría. A este hecho, muy significativo, por cierto, habría que añadir la instauración de la fiesta del Corpus Christi, centrada en el culto a la hostia consagrada; la adoración al santísimo sacramento, mediante la exposición de la hostia en una custodia u ostensorio; le reserva eucarística en el sagrario, limitada solo a la reserva del pan, de las hostias; y, por encima de todo, la exclusión de los fieles de la comunión del cáliz, ofreciéndoles únicamente la comunión del pan consagrado.
Frente a todos estos datos, indicios de una inexplicable polarización de la piedad eucarística en la Iglesia, quiero recordar el texto de una preciosa antífona compuesta por Tomás de Aquino, el santo teólogo dominico, en cuyas palabras se refleja su indudable sensibilidad teológica: O sacrum convivium in quo Christus sumitur… [«Oh sagrado banquete, en el que Cristo se convierte en nuestro manjar»]. Al referirse al santo sacramento de la eucaristía Tomás lo llama y reconoce como convivium [banquete, convite, comida, festín]. Un banquete en el que se come y se bebe.

Hay que insistir en la doble configuración que reviste el símbolo sacramental de la eucaristía. Tenemos pan y vino, comida y bebida, referidos ambos al cuerpo y a la sangre del Señor; ambas cosas corresponden a los dos gestos que integran el banquete, comer y beber [«El que come mi carne y bebe mi sangre…»]. Esta duplicidad de elementos, que constituyen lo que los antropólogos llaman «conjuntos [couples] de plenitud», forman el elemento unitario y esencial del simbolismo eucarístico, el banquete. Este es el núcleo formal, neurálgico, el que garantiza la unidad sacramental de la eucaristía. En el símbolo del banquete confluyen los dos elementos (pan y vino), los dos gestos (comer y beber) y el mismo contenido sacramental, el cuerpo y la sangre del Señor, expresión de su vida entera, donada y sacrificada, ofrecida en comunión a los que participan en la eucaristía.
A partir de esta reflexión considero oportuno insistir en la importancia de los dos elementos y de los dos gestos que constituyen el único signo sacramental de la eucaristía que es el banquete: comida y bebida, pan y vino, comer y beber.La fidelidad al simbolismo sacramental del banquete [sacrum convivium] exigiría de los responsables de la pastoral una mayor sensibilidad, un mayor aprecio, a la celebración eucarística compartiendo el pan y el cáliz.

Respecto a la piedad eucarística se debiera cuidar con exquisita sensibilidad el obligado equilibrio entre los dos elementos, sin cargar el acento de manera unilateral en el culto a la hostiaconsagrada. Así lo hizo la reforma conciliar al modificar el nombre de la fiesta del Corpus Christi, denominándola «Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo».
Yo sé que existen inconvenientes prácticos que dificultan la observancia de determinadas prácticas. Lo sé. Pero yo me refiero a la escasa sensibilidad litúrgica y pastoral que se aprecia con frecuencia cuando, de manera sistemática, se pasan por alto exigencias importantes, señaladas en la normativa actual sobre este tema. No es un problema de orden práctico; es un problema de sensibilidad.

Conectáte, por Rogelio Núñez Partido

Día mundial anti Chevrón

DÍA MUNDIAL ANTI CHEVRÓN. Un hombre con una máscara de gas en una manifestación en contra del acuerdo entre la petrolera estatal argentina YPF y la estadounidense Chevron, en Buenos Aires el 21 de mayo de 2014. (AFP)

miércoles, 21 de mayo de 2014

Seis jóvenes iraníes detenidos por publicar un vídeo con la canción 'Happy'

Fueron liberados después por las autoridades, que les acusaban de atentar contra la moralidad

Imagen del vídeo que se ha colgado en las redes sociales tras conocerse la detención.
¿Es posible ser joven y feliz en Irán? Tal vez, pero sin duda más difícil que en otros lugares del mundo a tenor de las últimas detenciones. Tres chicos y tres chicas han pasado un par de días en la cárcel tras haber colgado en YouTube un vídeo en el que bailan al ritmo de Happy de Pharrell Williams. Su caso se conoció después de que la televisión estatal emitiera el martes por la noche un programa en el que los jóvenes confesaban sentirse arrepentidos por lo que habían hecho. Este miércoles han quedado en libertad bajo fianza, pendientes de juicio, aunque el director del clip sigue entre rejas.
“Es muy triste que estos chicos hayan sido detenidos por intentar difundir la felicidad”, manifestó Williams en su cuenta Twitter.
No está claro de qué se les acusa, pero el jefe de la policía de Teherán, el general Hosein Sajedinia, se refirió a su “acto criminal” y dijo que el vídeo “hiere la castidad pública”. En la grabación, que trascurre entre el patio, la azotea y el interior de una casa, las tres muchachas aparecen sin pañuelo, en contra de la norma que obliga a todas las mujeres en Irán a esconder su cabello y las formas de su cuerpo. Además, bailan con el sexo opuesto.
“Hemos grabado este vídeo como fans de Pharrell Williams en ocho horas, usando iPhones 5S. Happy fue un pretexto para ser felices. Disfrutamos cada segundo del proceso. Confiamos en que os haga sonreír”, reza el mensaje final con el que se cierra el vídeo.
“Si ahora es un delito que la juventud muestre su felicidad en Irán, entonces los agentes del orden, y los centros de poder ultra que representan, deben de estar realmente muy asustados. Es el momento de que [el presidente Hasan] Rohaní tome partido”, ha pedido Hadi Ghaemi, el director ejecutivo de la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán. Esa organización, que criticó la exhibición de los jóvenes en televisión, ha informado de su puesta en libertad. Sólo el director del vídeo, Sassan Soleimani, permanece detenido.
El incidente constituye una demostración de fuerza de los ultraconservadores, que controlan el poder judicial y el aparato de seguridad, frente a los sectores más moderados que respaldan al Gobierno de Rohaní. A falta de una prensa libre, las redes sociales se han convertido en su campo de batalla más visible. Mientras que el presidente y sus seguidores apuestan por el libre acceso, los retrógrados quieren evitar la mínima liberalización.
“Fijaos el poco tiempo y la velocidad con que la policía actuó para descubrir e identificar a estos individuos. Vamos a identificar quienes actúen así y hacerles frente”, advirtió Sajedinia en televisión a los potenciales infractores, tras subrayar que sus hombres habían tardado un par de horas en determinar la identidad de los chicos y seis en detenerlos.
Es muy posible sin embargo que las detenciones se vuelvan contra sus instigadores. Desde que se conoció la noticia una copia del vídeo (el original fue retirado) se ha hecho viral y ha recibido cerca de 300.000 visitas en apenas dos días. De inmediato, se inició una campaña en Twitter, #freehappyiranians, pidiendo su liberación. Además, una oleada de solidaridad internacional con los muchachos está convirtiendo el incidente en un motivo de bochorno para el Gobierno iraní.