Asesinada el 11 de febrero de 2005 por defender a los agricultores
Dorothy Stang, mártir de la Amazonía
"Olvidar la memoria de la hermana Dorothy es olvidar el sufrimiento de quien es ignorado, excluido"
Dos hombres armados salieron a su encuentro, preguntándola si estaba armada, ante lo que les respondió: "aquí está mi arma", mostrándoles la Biblia y comenzando a leer el pasaje de las Bienaventuranzas. Poco después fue baleada con siete tiros
Luis Miguel Modino
Las tierras latinoamericanas están regadas con lasangre de los mártires, de gente que dio su vida para que la utopía del Reino sea cada día más presente entre nosotros. En una tierra marcada profundamente por lasdesigualdades sociales y por los abusos de los poderosos, las persecuciones a aquellos que se enfrentan a ese sistema impune, que lleva a la gran mayoría a apenas sobrevivir, son la cruda realidad.
Entre aquellos que dieron la vida por esa causa hoy quiero recordar a la hermanaDorothy Stang, misionera de la Congregación de las Hermanas de Notre Dame de Namur. Nacida el 7 de julio de 1931 en Dayton, Ohio, Estados Unidos, llegó a Brasil en 1966 y después de pasar unos años en el estado de Maranhão, durante más de treinta años acompañó a los trabajadores rurales de la Región del Rio Xingú, en la región amazónica.
Siempre estuvo vinculada a los movimientos sociales, participando en proyectos de desenvolvimiento sustentable, especialmente en el área de la reforestación, junto con lostrabajadores rurales, siendo reconocido su trabajo hasta en el ámbito internacional.
A través de su participación en la Comisión Pastoral de la Tierra, movida por la fe en Dios y su proyecto, acompañó con determinación y solidaridad la vida y la lucha de los trabajadores rurales, reclamando unareforma agraria justa y promoviendo el diálogo entre líderes campesinos, políticos y religiosos, que llevase a soluciones duraderas para los conflictos relacionados con la posesión y explotación de la tierra en la región Amazónica.
Esta postura motivó que fuese amenazada de muerte repetidamente, pero ella no se dejó intimidar. Poco antes de ser asesinada decía: "No voy a huir ni abandonar la lucha de esos agricultores que están desprotegidos en medio de la selva. Ellos tienen el sagrado derecho a una vida mejor en una tierra donde puedan vivir y producir con dignidad sin devastar".
El día 12 de febrero de 2005, la hermana Dorothy caminaba de mañana por un camino de tierra de difícil acceso, a 53 kilómetros de Anapú, estado de Pará. Iba con Cícero, un agricultor, para participar de una reunión en una comunidad. Este se había quedado un poco atrás. Dos hombres armados salieron a su encuentro, preguntándola si estaba armada, ante lo que les respondió: "aquí está mi arma", mostrándoles la Biblia y comenzando a leer el pasaje de las Bienaventuranzas. Poco después fue baleada con siete tiros.
El cuerpo de Dorothy Stang quedó tendido en el suelo y después sepultado en Anapú, pero su nombre continua presente en la memoria colectiva, junto con el de tantos hombres y mujeres que murieron y siguen dando la vida por defender el respeto de los derechos de cada ser humano.
Su tumba es lugar de continua visita, de peregrinación, por parte de tanta gente que quiere continuar luchando por la defensa de la Amazonia y la vida de sus moradores.Olvidar la memoria de la hermana Dorothy es olvidar el sufrimiento de quien es ignorado, excluido, colocado al margen de la sociedad, es no querer escuchar el grito de la Creación que Dios nos regaló y que poco a poco hemos destruido o dejado destruir.
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