jueves, 28 de abril de 2016

María es Misericordia (y 3) La gran inversión (revolución) mesiánica

Xabier Pikaza
Hablé anteayer del canto mariano de la Iglesia, en línea de misericordia íntima, piadosa, personal: La Salve. Ese canto de la Salve ha de ser profundizado, retomando el espíritu del Magnificar, como empecé viendo ayer.

Pues bien, en esa línea, el verdadero “culto de María” ha de expresarse en forma de compromiso social de liberación, retomando los motivos fundamentales de la gran inversión (revolución) mesiánica, que ella ha canto:
María puede llamarse bienaventurada cuando con ella y por ella se elevan y pueden vivir los oprimidos, y los pobres se sacian.
Ella ha dialogado con Dios, en gesto misterioso y personal que ha culminado en la palabra de su «fiat». Sin esta fidelidad interior, sin esa entrega personal, carece de sentido su tarea.
Pero, al mismo tiempo, enriquecida por Dios, ella ha promovido la gran revolución de los pobres, retomando la inspiración de las grandes profetisas y cantoras de la historia israelita: Myriam (Ex 15), Débora (Jue 5), Ana (1 Sam 2), Judit... .
Más aún, María ha anticipado (desde su perspectiva de Madre Israelita) el gran camino de transformación mesiánica de Jesús. Así lo mostraré, empezando con el Benedictus de Zacarías (que es aún un canto israelita de tipo nacional) para pasar al Magnificat, que es ya un canto israelita y universal, proclama de Salvación para todos los pobres y humillados del mundo.
Para seguir:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2016/04/28/maria-es-misericordia-y-3-la-gran-invers

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