Marcelo Larraquy, biógrafo del Papa:
“El Papa es más importante
de lo que Durán Barba cree”
“Código Francisco” repasa la trayectoria política de Jorge Mario Bergoglio.
Entre sus logros y fracasos hay un amplio recorrido que deja ver su habilidad diplomática pero, sobre todo, su capacidad para resolver conflictos.
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El asesor político del Presidente Jaime Durán Barba no cree que Francisco influya demasiado en la escena local. "Lo que diga un Papa no cambia el voto ni de diez personas aunque sea argentino o sueco", dijo el año pasado en un acto en Jujuy el gurú de Cambiemos. El consultor ecuatoriano pareció descuidar un aspecto que va más allá de las urnas: no revisó el historial de conflictos diplomáticos en los que Francisco tuvo un rol protagónico desde que asumió su papado el 13 de marzo de 2013.
El Papado de Francisco despertó interés a lo largo y ancho del mundo. Quizás por la parquedad de su antecesor, Benedicto XVI, o del excesivo academicismo que pregonaba el alemán, el argentino Jorge Mario Bergoglio logró meterse en las discusiones diplomáticas mundiales. Sin embargo, la transformación que lo llevó de Cardenal a Sumo Pontífice no fue una aceitada avenida de contactos políticos locales, sino más bien una empedrada calle de conflictos. Y es ese recorrido el que el periodista e historiador Marcelo Larraquy narra con el pulso de una novela documental en “Código Francisco” (Sudamericana, 480 páginas, 359 pesos).
Arrojado en medio de polémicos temas como el estado del capitalismo actual, los refugiados europeos y la pobreza, el Papa intervino haciendo gala de su cintura política: usando al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, cuando era necesario, y al líder ruso Vladimir Putin cuando el norteamericano no era suficiente. Y en la política local no fue menos punzante a la hora de hacer ejercer su influencia, al punto que la exPresidenta Cristina Kirchner pasó de repudiarlo a darle todo su apoyo.
Siempre diplomático, Bergoglio tuvo distintos momentos en sus vínculos con el poder político argentino: del entusiasmo por Cristina en 2007 a la decepción un año después por la crisis del campo. De la diplomacia con el espacio político de Macri al repudio por los blandos controles sobre la trata de blancas en la Ciudad de Buenos Aires cuando era jefe de Gobierno. Aquí, Larraquy repasa el rol de su papado en conflictos internacionales como ISIS, el deshielo entre Cuba y Estados Unidos y cuenta cómo llegó a un lugar que, aunque algunos le resten importancia política, termina por demostrarse clave en los hechos.
- A partir del recorrido por la trayectoria más bien política de Bergoglio, ¿cuánto se podría decir que influye la Iglesia en las decisiones diplomáticas mundiales?
- Su intervención en la geopolítica es para fomentar los procesos de paz en un mundo que hoy tiene 42 conflictos armados activos y más de 12 millones de desplazados que piden asilo. Para este cuadro, dramático, "la tercera guerra mundial en etapas", como él la definió, Francisco influyó para evitar los bombardeos al ISIS, para no reeditar la teoría de la "guerra justa" que con supuestas bases éticas y morales contra los "terroristas islámicos", en las administraciones de Bush, terminó siendo una guerra de conquista que provocó más anarquía y fragmentación en Medio Oriente y mayor persecución a cristianos, visibilizados como "occidentales" en esa región. La posición de la Santa Sede, en cambio, fue que se ahogaran las finanzas de los yihadistas y denunció -en el propio Capitolio y frente a legisladores norteamericanos- a aquellos que les venden armas a los terroristas. Esa posición, que buscó no incentivar aún más los conflictos georeligiosos, tuvo marcada influencia en los líderes mundiales.
- ¿Por qué Francisco recurrió a Putin en el conflicto entre Estados Unidos y Rusia?
- Recurrió a Putin en el momento en que estaba en la titularidad del G20 como un contrapeso de un inminente ataque norteamericano a Siria en septiembre de 2013. Finalmente, el G20 le negó el apoyo a Obama. Fue una acción diplomática del Papa que marcó su Pontificado.
- ¿Qué es la Teología del Pueblo y qué novedad aportó a los curas europeos?
- La Teología del Pueblo une "pueblo", "cultura" y "pobreza" desde un enfoque pastoral que pone en primer plano la evangelización al "Pueblo de Dios", en el acompañamiento de su fe y de sus devociones religiosas. La TdP puede entenderse como una traducción político-teológica del peronismo, en su concepto de "sociedad organizada". De hecho, los jesuitas que adherían a la TdP en los años '70, como era el caso de Bergoglio, eran peronistas. Para Europa, era una teología prácticamente desconocida, que incluso llegaba a ser confundida con la Teología de la Liberación. El primer mensaje teológico que dio el Papa al catolicismo europeo fue desarrollar su concepto de "Iglesia en salida" e ir hacia las periferias, no sólo para sacar a la Iglesia de su propio ahogo, sino porque entendía que desde ahí se podría entender mejor la realidad del mundo. El primer país europeo que visitó fue Albania. El concepto de periferias se convirtió en la praxis de su Pontificado para el gobierno de la Iglesia.
Marcelo Larraquy trabajó en Argentina y en el Vaticano para "Código Francisco"
- Tomando el subtítulo: ¿cómo hizo Francisco para convertirse en un líder político global?
- Presentándose como un interlocutor válido para contribuir en la solución de los problemas reales de las personas. Le dio un carácter político a la misericordia, poniendo el cuerpo en los conflictos -como sucedió con su viaje a la isla de Lampedusa en 2013 o ahora en Lesbos-. El Papa interviene con astucia en un mundo multipolar en el que puede ser un aliado de Obama en determinados conflictos y con Putin en otros. Su geopolítica del "aquí y ahora", de alguna manera, fue su popularidad entre los fieles y aquellos laicos, que no comparten su fe, pero lo ven como un líder creíble y sincero en su acercamiento a los pobres.
- ¿Cómo fue la transición de Quarracino a Bergoglio? ¿Qué habilidades políticas tuvo para llegar a Papa?
- Bergoglio, como obispo auxiliar de Buenos Aires, respetó al arzobispo Quarracino, que fue su "elector", cuando lo introdujo en el mundo diocesano en un momento donde padecía el desplazamiento de la curia jesuita local. Lo padecía incluso en términos personales. Pero luego Bergoglio fue elegido como titular de una conferencia episcopal (CEA) que justamente intentó abandonar el modelo eclesiástico de Quarracino, emparentado con el menemismo. Para llegar a Papa, como cardenal, estuvo lejos de las luchas internas en Roma, y frente al estado de situación de la Iglesia tras la renuncia de Benedicto XVI, eso ya lo convertía en un candidato.
La expresidenta entendió rápido la importancia de Francisco: de las críticas al elogio
- ¿Cómo fue la relación que tenía con los Kirchner y de qué manera se modificó esto con Cristina luego de su llegada al papado?
- Tuvo una relación ríspida, de enfrentamiento, como se sabe, tanto con Néstor Kirchner como con Cristina Kirchner. Con la ex presidenta tuvo una especie de "luna de miel" apenas asumió en diciembre de 2007, que se cortó abruptamente al cuarto mes, a partir del conflicto con el campo. Desde entonces, Bergoglio se convirtió en "El Anticristo". Después, cuando fue elegido Papa, tras un momento de shock, el kirchnerismo entendió que lo más apropiado era olvidarse de las aventuradas acusaciones de "complicidad con la dictadura" y apropiarse de la figura de Bergoglio con la intención de legitimar su discurso político en el país. Fue una pirueta a contranatura en busca de la bendición papal.
- ¿Cómo se llevó con Macri desde que era jefe de Gobierno porteño? ¿Cambió esto luego cuando fue electo Presidente?
- Tuvieron bastantes diferencias, que quedaban atenuadas por la confrontación entre el kirchnerismo y Bergoglio. En el plano doctrinal, por la no apelación del gobierno de la ciudad al fallo de una jueza que autorizó el casamiento entre dos hombres. Y en plano social, las diferencias se agigantaron cuando Bergoglio profundizó sus críticas a los talleres textiles clandestinos y la trata de personas. El cardenal Bergoglio preguntaba en las homilías "¿por qué está instalada en la ciudad la trata de personas"?, en crítica al gobierno de Macri por cierta permisividad -por la falta de controles- de esos delitos que Francisco, como Papa, considera de "lesa humanidad". Los resabios de esa relación no lograron saldarse y se expresaron con la frialdad con la que Macri fue recibido en el Vaticano. Jaime Durán Barba cree que la figura del Papa no es importante para el actual gobierno. Creo que es un mal consejo para Macri, en mi humilde opinión. A medida que crece la conflictividad social, el diálogo con el Papa va a ser cada vez más necesario.
El 27 de febrero Macri y el Papa tuvieron una audiencia en el Vaticano
¿Cómo podría influir la postura de Francisco en los dos temas más espinosos que tiene la Iglesia de por medio, el aborto y el matrimonio homosexual?
- El matrimonio homosexual se está legislando en Latinoamérica, también en Estados Unidos. Creo que es una batalla que tarde o temprano la Iglesia dará como perdida. Pero no en el caso del aborto.
- Muchas veces se lo caracterizó de revolucionario. ¿En qué sentido transformó la Iglesia y en qué otro no pudo? ¿Qué cosas crees que no va a poder transformar?
- Los procesos de transformación interna en la iglesia, las reformas pastorales, son bastante lentos por la oposición conservadora, y además por la dificultad que tiene el Papa de tomar decisiones universales en culturas e idiosincracias tan distintas en el mundo del catolicismo. De a poco pudo abrir un proceso dentro de la Iglesia para debatir un comportamiento más tolerante con divorciados vueltos a casar o incluso uniones homosexuales bajo el mensaje de misericordia, antes que de condena. El Papa intenta llegar a las "familias heridas", o mejor dicho "familias reales", que implican múltiples variedades, y no a los "católicos perfectos".
- ¿Es kirchnerista o macrista el Papa?
- Para analizar al Papa hay que salir del esquema kirchnerismo-antikirchnerismo. Es demasiado precario. En toda su carrera eclesiástica Bergoglio se manejó con autonomía política y libertad de opinión frente al poder. Esta independencia molestó a Menem, Duhalde, De la Rúa y por supuesto al kirchnerismo cuando mencionaba, siempre antecedido de un episodio evangélico, la corrupción o la defensa de la independencia de poderes. Nunca lo pudieron cooptar. La desconfianza con Macri es porque tienen diferentes concepciones políticas y económicas. El Papa no cree en el mercado como único ordenador de la vida social. Lo caracteriza como una “tiranía invisible” que, lejos de propender al bien común, promueve los desequilibrios sociales. Tampoco cree que un país deba ser gestionado como una empresa, que fue la formación familiar que tuvo Macri. El magisterio del Papa, desde la Iglesia, es por la inclusión social y porque todas las personas tengan trabajo. Pedirle que no interfiera en política, es pedirle que se olvide del Evangelio.
Marcelo Larraquy es historiador, graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y periodista. En la actualidad, es jefe de la sección de Investigaciones del diario Clarín.
En 2013 publicó la biografía de Bergoglio, Recen por él. Este es su octavo libro.
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