viernes, 29 de agosto de 2014

El socialismo no se ha ido al limbo

Leonardo Boff



            Nuestra generación ha visto caer dos muros aparentemente indestructibles: el muro de Berlín en 1989 y el muro de Wall Street en 2008. Con el muro de Berlín se derrumbó el socialismo que existía realmente, marcado por el estatismo, el autoritarismo y la violación de los derechos humanos. Con el muro de Wall Street, se deslegitimó el neoliberalismo como ideología política y el capitalismo como modo de producción, con su arrogancia, su acumulación ilimitada (greed ist good = la avaricia es buena), al precio de la devastación de la naturaleza y de la explotación de las personas.
            Se presentaban como dos visiones de futuro y dos formas de habitar el planeta, incapaces ahora de darnos esperanza y de reorganizar una convivencia planetaria en la cual puedan caber todos y que asegure las bases naturales que sustentan la vida en grado avanzado de erosión.
            En este contexto resurgen, ya sean las propuestas vencidas en el pasado pero que pueden tener ahora posibilidad de realización (Boaventura de Souza Santos), tales como la democracia comunitaria y el “buen vivir” de los andinos, ya sean las del socialismo originario, pensado como una forma avanzada de democracia.
            El capitalismo realmente existente (la sociedad de mercado) lo descarto de antemano, porque es tan nefasto que de continuar con su lógica devastadora puede liquidar la vida humana sobre el planeta. Hoy funciona solo para una pequeña minoría: 737 grupos económico-financieros controlan el 80% de las corporaciones transnacionales y, dentro de ellos, 147 grupos controlan el 40% de la economía mundial (según datos del famoso Instituto Tecnológico Suizo), o los 85 más ricos que acumulan el equivalente de lo que ganan 3.057 millones de pobres del mundo (Informe de Oxfam Intermón de 2014). Tal perversidad no puede prometer nada para la humanidad sino depauperación creciente, hambre crónica, sufrimiento atroz, muerte prematura y, en el límite, el armagedón de la especie humana.
            El socialismo, asumido en Brasil por varios partidos, particularmente el PSB del lamentado Eduardo Campos, tiene algunas oportunidades. Sabemos que su nacimiento se encuentra entre activistas cristianos, críticos de los excesos del capitalismo salvaje, como Saint-Simon, Proudon y Fourier, que se inspiraron en los valores evangélicos y en lo que se llamó «La Gran Experiencia» que fueron los 150 años de la república comunista cristiana de los guaranís (1610-1768). La economía era colectivista, primero para las necesidades presentes y futuras y el resto para la comercialización.
            Un jesuita suizo Clovis Lugon (1907-1991) expuso apasionadamente el intento en su famoso libro: “La república guaraní: los jesuitas en el poder” (edit. Paz e Terra 1968). Un procurador de la república, el brasilero Luiz Francisco Fernandez de Souza (*1962) escribió un libro de mil páginas: “El socialismo: una utopía cristiana”. Personalmente vive los ideales que predica: hizo voto de pobreza, se viste sencillísimamente y va al trabajo en un viejo Volkswagen escarabajo.
            Los fundadores del socialismo (Marx pretendió darles un carácter científico contra los otros a los que llamaba utópicos) nunca entendieron el socialismo como simple contraposición al capitalismo, sino como la realización de los ideales proclamados por la revolución burguesa: la libertad, la dignidad del ciudadano, su derecho al libre desarrollo y la participación en la construcción de la vida colectiva y democrática. Gramsci y Rosa de Luxemburgo veían el socialismo como la realización plena de la democracia.
            La pregunta básica de Marx (abstrayendo la construcción teórico-ideológica discutible que creó alrededor de eso) era: ¿por qué la sociedad burguesa no consigue realizar para todos los ideales que proclama? Produce lo contrario de lo que quiere. La economía política debería satisfacer las demandas humanas (comer, vestir, vivir, instruirse, comunicarse, etc.), pero en realidad atiende a las necesidades del mercado, en gran parte inducidas artificialmente y su objetivo es el lucro creciente.
            Para Marx la no consecución de los ideales de la revolución burguesa no se debe a la mala voluntad de los individuos o de los grupos sociales. Es consecuencia inevitable del modo de producción capitalista. Este se basa en la apropiación privada de los medios de producción (capital tierras, tecnología, etc.) y en la subordinación del trabajo a los intereses del capital. Tal lógica desgarra la sociedad en clases, con intereses antagónicos, repercutiendo en todo: en la política, en el derecho, en la educación etc.
            En el orden capitalista, las personas tienden fácilmente, lo quieran o no, a volverse inhumanas y estructuralmente «egoístas», pues cada cual se siente urgido a cuidar primero de sus intereses y solamente después de los intereses colectivos.
            ¿Cuál es la salida pensada por Marx y seguidores? Vamos a cambiar de modo de producción. En lugar de la propiedad privada, vamos a introducir la propiedad social. Pero cuidado, advierte Marx, el cambio del modo de producción todavía no es la solución. No garantiza la nueva sociedad, solo ofrece posibilidades de desarrollo de los individuos, que ya no serían medios y objetos sino fines y sujetos solidarios en la construcción de un mundo con verdadero rostro humano. Incluso con estas condiciones previas, las personas tienen que querer vivir según las nuevas relaciones, de lo contrario, no surgirá la nueva sociedad. Dice todavía más: «la historia no hace nada; es el ser humano concreto y vivo el que hace todo...; la historia no es otra cosa que la actividad de los seres humanos buscando sus propios objetivos».

            Mi valoración es: iremos hacia una crisis ecológico-social de tal magnitud que, o asumimos el socialismo con modo humanístico o no tendremos cómo sobrevivir.            

La Biblia Hispanoamericana - BH

Biblia Traducción Interconfesional
La Biblia Hispanoamericana - BHFormato impreso
Colección: Biblia Traducción Interconfesional
ISBN:978-84-9945-972-1
Código EVD:1401001
Edición:1
Páginas:2176
Tamaño:140 x 215 mm
Encuadernación:Cartoné, cosida, tapa plastificada gofrada mate, cinta registro, con cabezadas y lomo redondeado

La Biblia Hispanoamericana es el resultado de un trabajo conjunto llevado a cabo por cristianos de diversas confesiones. Por eso es una traducción interconfesional.
Características de la obra:

La traducción ha sido efectuada a partir de las lenguas originales hebrea, aramea y griega.

Sobre esta base textual, se ha aplicado el principio de «equivalencia dinámica», que consiste en ser fieles al contenido de los textos hebreo, arameo o griego, pero sin dejarse dominar por la literalidad estricta del texto fuente.

Con introducciones generales a los distintos bloques de libros y específicas para todos y cada uno de los libros de la Biblia.

Con notas que facilitan la comprensión de los aspectos históricos, geográficos, literarios y culturales u ofrecen variantes de traducción.

Con referencias a paralelos, pasajes bíblicos relacionados con el texto concreto que se traduce.

Además, contiene un Vocabulario bíblico, una Cronología histórico-literaria, tablas de equivalencias de pesas, medidas y monedas, una reseña del calendario hebreo y mapas a todo color.

- Con presentación de Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Primado de América.

jueves, 28 de agosto de 2014

La quemaron por no pagar 

la dote matrimonial

Una mujer fue quemada viva por su marido y por su suegra por no pagar la dote que le exigían en el norteño estado indio de Uttar Pradesh.

Agencia EFE.


Una  mujer fue quemada viva por su marido y por su suegra por no pagar la dote matrimonial que le exigían en el norteño estado indio de Uttar Pradesh, informaron hoy medios locales.
La mujer, de 35 años, murió ayer en la localidad de Lachera, en el distrito de Muzaffarnagar, cuando su familia política la roció con queroseno y le pegó fuego, dijeron fuentes policiales a la agencia local PTI.
Los acusados, que fueron identificados por el padre de la víctima como Sidharth -marido- y Chader Devi -suegra-, se han dado a la fuga.
En la India, las mujeres están obligadas a pagar al novio y a su familia una dote, una práctica prohibida por ley pero que se ha acentuado con la llegada de la modernidad y el consumismo.
En uno de los últimos casos hechos públicos en la India, también en el estado de Uttar Pradesh, una mujer y su hija murieron a mediados de junio por no pagar una dote matrimonial de una motocicleta y 200.000 rupias (3.330 dólares).
Las mujeres indias son vistas como una fuente de gastos que no produce ingresos, por lo que las familias políticas, de las que la novia pasa a formar parte tras la boda, exigen una dote para compensar las pérdidas económicas que les supondrán en el futuro.
Esto, sumado al elevado coste de las ceremonias nupciales, hace que cada año entre 25.000 y 100.000 mujeres sean asesinadas en el país por motivos económicos relacionados con los casamientos, según datos de la Fundación Vicente Ferrer.

Pedro quiere vencer 

para instaurar el Reino




Domingo 22 tiempo ordinario. Ciclo A. Mt 16, 21-27. 
Presenté el domingo pasado un primer comentario de este texto, oponiendo la estrategia de Jesús y de Mahoma, con ocasión de las pretendidas guerras santas de nuestro tiempo. Queda pendiente mi visión positiva de Pedro como “piedra” mesiánica de Jesús.
Pues bien, el mismo Simón que aparecía como Piedra de Cimiento (Papa, portador de las llaves) aparece ahora como Piedra de Tropiezo (Satanás), tentador/tentación, en el sentido original de “skandalon”: lo que hace caer).

Estamos pues ante dos “pedros” que son uno:
-- Piedra base de la Iglesia, signo de comunión de las restantes piedras
-- Piedra escándalo (Satán), riesgo de que toda la Iglesia se hunda.

Marcos 8 sólo citaba el primer rasgo, como si Pedro no hubiera cumplido todavía sus “deberes” de Piedra (cf. Mc 16, 7-8). Mateo 16 los une de forma sorprendente: Entre lo más alto (ser piedra de cimiento) y lo más bajo (ser escándalo satánico, riesgo de caída para el edificio) se ha dado y sigue dándose una intensa conexión que nos sitúa ante el principio, la historia y la actualidad de la Iglesia.
Desde ese fondo quiero evocar hoy el tema de un pedro-iglesia que resiste a Jesús, desde la perspectiva de las postales anteriores, que han tratado de la estrategia de violencia y de no violencia de Israel. 

http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2014/08/28/p356493#more356493

miércoles, 27 de agosto de 2014

Gracias a la vida

Foto

“Los hambrientos son la gente que le sobra al capitalismo”

El cronista Martín Caparrós publica un libro sobre la gran magnitud de la crisis alimentaria mundial

El escritor y periodista argentino Martín Caparrós. / ÁLVARO GARCÍA
Un día, en un pueblo de Níger, Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) estaba sentado sobre un tapiz de mimbre frente a la puerta de una choza. En medio del sudor del mediodía conversaba con Aisha, una mujer entrada en los treinta que durante toda su vida había comido —cuando tenía— una bola de harina de mijo. Al cabo de un par de horas, el escritor —blanco, calvo, con bigote de manubrio— le dijo: “Si pudieras pedirle a un mago cualquier cosa, ¿qué le pedirías?” La mujer lo pensó bastante y al fin respondió: “Una vaca que me dé mucha leche. Si vendo un poco de leche puedo comprar las cosas para hacer buñuelos y venderlos en el mercado y con eso más o menos me las arreglaría”. Sorprendido, Caparrós replicó: “Pero lo que te digo es que el mago te puede dar cualquier cosa, lo que le pidas”. Entonces ella soltó: “dos vacas. Con dos nunca más voy a tener hambre”. Así que, después de oír eso en medio de aquella tierra seca, este periodista viajero se propuso abordar el problema del hambre en distintos espacios y desde diferentes puntos de vista. Una vaca. Dos vacas. “Era tan poco, pensé primero. Y era tanto”, reflexionó aquella vez.
Durante cinco años, Martín Caparrós visitó Níger, Kenia, Sudán, Liberia, Zambia, Bangladesh, Madagascar, India, Argentina, Estados Unidos y vio a quienes sufren hambre por sequías, pobreza extrema, guerras, marginación. Vio a obesos malnutridos y a famélicos desnutridos y vio la especulación rapaz de los que controlan los precios de los alimentos. Por eso ahora, en un libro de 600 páginas —El Hambre (Planeta), de momento publicado en América Latina, pero que llegará a España en febrero de 2015— sostiene que el mal reside en la distribución. Porque hay comida para todos los habitantes del planeta, y para más, pero también hay quien se queda con una cantidad superior a la que le corresponde. Y “los hambrientos”, dice el autor, “—unos mil millones— son la gente que le sobra al capitalismo.”
El hombre que fue director de una revista gastronómica —Cuisine&Vins—, que recientemente ha publicado una recopilación de sus crónicas gastronómicas —Entre dientes (Almadía)—, una novela sobre la decadencia de un tragón —Comí (Anagrama)— y que es padre de un cocinero, ofrece ahora un libro atravesado por una pregunta: “¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas?”
“Los hambrientos son la gente que sobra en el capitalismo”
“Somos animales muy extraños”, dice desde Colombia, donde se encuentra ahora presentando su investigación. Lo que ha escrito no es un relato “tradicional”. Se trata de “una crónica que piensa, un ensayo que cuenta” porque quiso hacer “un libro que cruzara la crónica con el ensayo, que intentara narrar y pensar al mismo tiempo, porque quería entender”, explica este etnógrafo que transitó entre los hambrientos del mundo y que, un día antes de esta entrevista, desayunó “jugo de naranja, un pancito y café; almorcé un ajiaco (estaba en Bogotá) y cené un bife de atún en Cartagena de Indias. Sí, no hay duda de que me alimento bien. Soy un privilegiado”.
¿En el origen del hambre está la desigualdad? “El hambre es la desigualdad: la forma más brutal, más violenta, más intolerable de la desigualdad”.
—Y ahora desde que hace dos años vive en Barcelona, ¿qué piensa del hambre en España?
—Que no hay dato que convenza más a los españoles de que realmente están en crisis que las noticias de que en este país también hay malnutridos. Pero esos malnutridos siguen siendo, casi siempre, otros.
—¿Y en América Latina?
—Que es el continente que más redujo el hambre. Y, aun así, le falta mucho.
—¿Y en su país, Argentina?
—Que si el hambre siempre es desigualdad, el hambre en un país de 40 millones de personas que produce alimentos para 300 millones es violencia pura.
El autor recuerda que países como España también sufren esta lacra
No sólo aquellos que dominan el mercado de los alimentos salen mal librados en las numerosas páginas deEl Hambre. También las ONG, que muchas veces se convierten en un instrumento de los países ricos para que “los países pobres dependan de su ayuda humanitaria”. O personajes como la Madre Teresa de Calcuta. “No tengo nada contra la Madre Teresa. Pero muchas veces me pregunto qué tiene el mundo a su favor. Sobre todo, pereza para averiguar qué era, qué hacía”, señala ahora en referencia a que, a pesar de que la fundación de la monja beata tenía suficientes recursos económicos, nunca hizo clínicas para dar atención médica a los desfavorecidos y se dedicó a abrir “casas para morir mejor”, pues sostenía que “hay algo hermoso en ver a los pobres aceptar su suerte”.
En cuanto a sus probables lectores, el autor les lanza una advertencia: “Si usted se toma el trabajo de leer este libro, si usted se entusiasma y lo lee en —digamos— ocho horas, en ese lapso habrán muerto de hambre unas ocho mil personas: son muchas ocho mil personas. Si usted no se toma ese trabajo esas personas se habrán muerto igual, pero usted tendrá la suerte de no haberse enterado”.

Este chico recita sus poema en la radio de una villa. No fue a la escuela.

¿Quién soy?

soy el negro de mierda
que merece ser linchado
el bruto que no se deja ayudar
el salvaje que no quiere ser asistido
el anormal ignorante hueco
similar simio violento
entrégueselo a los jueces
que condenan según el domicilio
que juegan con la muerte
el carnaval de la mano dura
que está lleno de cómplices
soy el chorro hijo de una puta
que le gustan los planes
soy el que debe agachar la mirada
y hacerte sentir el maestro más alto
ese que no tiene un rostro
el deforme
el mogólico
el villero
si
el villero
soy mis amigos que murieron
sin saber como fué vivir
soy la humedad que se pudre
en una celda
soy la rata más chillona
esa cosa sin voz
esa masa que chorrea grasa
mis dientes están chuecos
no fui al teatro
ni me enamoré de la opera
no me bañe en las aguas
de la familia Ingalls
ni sonrió con los chistes
de Friends.


Cesar González
(Poeta villero)







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UN MATE EN EL VATICANO. El papa Francisco comparte un mate que le alcanzan los fieles a su llegada a las audiencias generales semanales de los miércoles en la plaza de San Pedro en el Vaticano. (EFE)


UN MATE EN EL VATICANO. El papa Francisco comparte un mate que le alcanzan los fieles a su llegada a las audiencias generales semanales de los miércoles en la plaza de San Pedro en el Vaticano. (EFE)

martes, 26 de agosto de 2014

col sicre

En el evangelio del domingo anterior, Pedro, inspirado por Dios, confiesa a Jesús como Mesías. Inmediatamente después, dejándose llevar por su propia inspiración, intenta apartarlo del plan que Dios le ha encomendado. El relato lo podemos dividir en tres escenas.

Primera escena: Jesús y los discípulos (primer anuncio de la pasión y resurrección)
Pedro acaba de confesar a Jesús como Mesías. Él piensa en un Mesías glorioso, triunfante. Por eso, Jesús considera esencial aclarar las ideas a sus discípulos. Se dirigen a Jerusalén, pero él no será bien recibido. Al contrario, todas las personas importantes, los políticos (“ancianos”), el clero alto (“sumos sacerdotes”) y los teólogos (“escribas”) se pondrán en contra suya, le harán sufrir mucho, y lo matarán. Es difícil poner de acuerdo a estas tres clases sociales. Sin embargo, aquí coinciden en el deseo de hacer sufrir y eliminar a Jesús. Pero todo esto, que parece una simple conjura humana, Jesús lo interpreta como parte del plan de Dios. Por eso, no dice a los discípulos: «Vamos a Jerusalén, y allí una panda de canallas me va a perseguir y matar», sino «tengo que ir» a Jerusalén a cumplir la misión que Dios me encomienda, que implicará el sufrimiento y la muerte, pero que terminará en la resurrección.
Para la concepción popular del Mesías, como la que podían tener Pedro y los otros, esto resulta inaudito. Sin embargo, la idea de un personaje que salva a su pueblo y triunfa a través del sufrimien­to y la muerte no es desconocida al pueblo de Israel. La expresó un profeta anónimo, y su mensaje ha quedado en el c.53 de Isaías sobre el Siervo de Dios.

Segunda escena: Pedro y Jesús (vuelven las tentaciones)
Jesús termina hablando de resurrección, pero lo que llama la atención a Pedro es el «padecer mucho» y el «ser ejecutado». Según Mc 8,32, Pedro se puso entonces a reprender a Jesús, pero no se recogen las palabras que dijo. Mateo describe su reacción con más crudeza: «se lo llevó aparte y se puso a increparle: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte!» Ahora no es Dios quien habla a través de Pedro, es Pedro quien se deja llevar por su propio impulso. Está dispuesto a aceptar a Jesús como Mesías victorioso, no como Siervo de Dios. Y Jesús, que un momento antes lo ha llamado «bienaventurado», le responde con enorme dureza: «¡Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar!»
Estas palabras traen a la memoria el episodio de las tentaciones a las que Satanás sometió a Jesús después del bautismo. El puesto del demonio lo ocupa ahora Pedro, el discípulo que más quiere a Jesús, el que más confía en él, el más entusiasmado con su persona y su mensaje. Y Jesús, que no vio especial peligro en las tentaciones de Satanás, ve aquí un grave peligro para él. Por eso, su reacción no es serena, como ante el demonio; no aduce tranquilamente argumentos de Escritura para rechazar al tentador, sino que está llena de violencia: «tú piensas como los hombres, no como Dios.» Los hombres tendemos a rechazar el sufrimiento y la muerte, no los vemos espontáneamente como algo de lo que se pueda sacar algún bien. Dios, en cambio, sabe que eso tan negativo puede producir gran fruto.
Esta función de tentador que desempeña Pedro en el pasaje y la reacción tan enérgica de Jesús nos recuerdan que las mayores tentaciones para nuestra vida cristiana no proceden del demonio, sino de las personas que están a nuestro lado y nos quieren. Frente a una mentalidad que mitifica y exagera el peligro del demonio en nuestra vida, es interesante recordar este episodio evangélico y unas palabras de santa Teresa que van en la misma línea. Después de contar las dudas e incerti­dumbres por las que atravesó en muchos momentos de su vida, causadas a veces por confesores que le hacían ver el demonio en todas partes, resume su experiencia final: «...tengo yo más miedo a los que tan grande le tienen al demonio que a él mismo; porque él no me puede hacer nada, y estotros, en especial si son confe­sores, inquietan mucho, y he pasado algunos años de tan gran trabajo, que ahora me espanto cómo lo he podido sufrir» (Vida, cap. 25, nn.20-22).

Tercera escena: Jesús y los discípulos (parábola del maletín y el joyero)
No se conocían de nada, sólo les unió compartir dos asientos de primera clase. Ella colocó en el compartimento un elegante estuche con sus joyas. Él, un pesado maletín con su portátil y documentos de sumo interés. El pánico fue común al cabo de unas horas, cuando vieron arder uno de los motores y oyeron el aviso de prepararse para un aterrizaje de emergencia. Tras el terrible impacto contra el suelo, ella renunció a sus joyas y corrió hacia la salida. Él se retrasó intentando salvar sus documentos. El cadáver y el maletín los encontraron al día siguiente, cuando los bomberos consiguieron apagar el incendio. Extrañamente, ella recuperó intacto el estuche de sus joyas.
En tiempos de Jesús no había aviones, y él no pudo contar esta parábola. Pero le habría servido para explicar la enseñanza final de este evangelio. Para entender esta tercera parte conviene comenzar por el final, el momento en el que el Hijo del Hombre vendrá a pagar a cada uno según su conducta. En realidad, sólo hay dos conductas: seguir a Jesús (salvar la vida, renunciando al joyero) o seguirse a uno mismo (salvar el maletín a costa de la vida). Seguir a Jesús supone un gran sacrificio, incluso se puede tener la impresión de que uno pierde lo que más quiere. Seguirse a uno mismo resulta más importante, salvar la vida y el maletín. Pero el avión está ya ardiendo y no caben dilaciones. El que quiera salvar el maletín, perderá la vida. Paradójicamente, el que renuncia al joyero salva la vida y recupera las joyas.

José Luís Sicre



Esperanza aquí y ahora



Los humanos somos seres naturalmente esperanzados. Siempre esperamos algo, aunque sea continuar viviendo. Pero no solo esperamos seguir viviendo, esperamos vivir mejor. Ahora bien, no hay que confundir la esperanza con la ilusión o con el deseo. La diferencia entre deseo y esperanza está en que el deseo no considera las posibilidades que tiene de realizar el deseo: yo deseo –espero- que me toque la lotería, pero en realidad las posibilidades de que me toque son nulas. La esperanza, al contrario del deseo, es realista y está fundamentada en una seria posibilidad: yo espero sacar unas oposiciones difíciles, porque he decidido dedicar durante un año cinco horas diarias a estudiar. La esperanza no es pasiva, no es un simple aguardar. La esperanza es activa, supone poner en obra una serie de posibilidades.

De ahí que según cuáles sean mis posibilidades, la esperanza estará más o menos fundamentada. Eso quiere decir que la esperanza humana está condicionada por la situación vital de cada uno. Observación que hoy se impone con fuerza a la vista de los rasgos sombríos que caracterizan el momento actual. Para muchos seres humanos, el futuro es una palabra sin sentido, debido al desencanto con el que viven el presente. Un presente de miseria, de hambre, sin horizontes ni perspectivas. Los parados de larga duración, ¿qué pueden esperar? Más paro. Los enfermos desahuciados, ¿qué pueden esperar? La muerte. Aquellos que se han quedado sin nada porque las bombas les ha destrozado su casa y todos sus bienes, ¿qué pueden esperar? Miseria.

Todo esto significa que para devolver la esperanza a todas esas personas es necesario ofrecerles algo más que palabras vacías. Hay que darles posibilidades, hay que darles algún presente, en el doble sentido que tiene la palabra presente: por una parte, tienen que ver ya en el aquí y ahora una posibilidad real de salir de su situación desastrosa; y por otra, necesitan un “presente”, un don, un regalo, una ayuda que les sirva de apoyo para construir un futuro más halagüeño. Cuando el presente no augura ningún buen futuro, surge la desesperación.

Pero la desesperación también puede ser una forma de esperanza cuando se convierte en rebeldía que nos mueve a luchar contra la situación desesperante. Eso quiere decir que, incluso en las situaciones más desesperadas, puede surgir la esperanza. Ya san Pablo hablaba de un “esperar contra toda esperanza”. Cuando parece que han desaparecido todas las posibilidades, es necesario sacar fuerzas de flaqueza y mantener el espíritu de lucha y rebeldía. Muchas de las grandes gestas de liberación han sido protagonizadas desde situaciones de penuria y esclavitud. Esos que no tienen nada que perder, esos pueden arriesgarlo todo.

lunes, 25 de agosto de 2014


Romero vive

Francisco dijo que "no hay impedimento alguno"

Iglesia salvadoreña agradece al Papa el impulso a la beatificación de Romero

Bergoglio tamibén dijo que Romero "es un hombre de Dios"


 Que Dios nos conceda la gracia de ver pronto en los altares a nuestro tan amado obispo mártir
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San Romero

  • Romero
  • Mural de monseñor Romero en El Salvador
  • San Romero
La iglesia católica de El Salvador agradeció alPapa Francisco por "el impulso" que ha dado a la beatificación del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980.
"La iglesia en El Salvador agradece profundamente la bondad del Papa de impulsar con tanto entusiamo la causa de monseñor Romero", indicó el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar en una rueda de prensa tras oficiar la misa dominical en la catedral capitalina.
El pasado 18 de agosto el pontífice consideró que "no hay impedimento alguno" para la beatificación del arzobispo salvadoreño, asesinado por un francotirador de la ultraderecha el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba misa en una capilla de un hospital para cancerosos en el sector noroeste de San Salvador.
Escobar señaló que esas palabras del Papa, que además recordó que Romero es "un hombre de Dios", le "complace grandemente" a la iglesia salvadoreña.
El prelado católico salvadoreño sostuvo que la iglesia espera "la pronta" beatificación de monseñor Romero, que en vida fue considerado la voz de los sin voz y era visto como símbolo de una iglesia con opción preferencial por los pobres.
"Que Dios nos conceda la gracia de ver pronto en los altares a nuestro tan amado obispo mártir", sostuvo Escobar.
La causa de la beatificación de Romero fue abierta en 1993 y, tras varios años de estancamiento en el Vaticano, fue desbloqueada por el papa Francisco en abril de 2013 y ahora se encuentra en manos de la Congregación para la causa de los Santos. (RD/Agencias)

domingo, 24 de agosto de 2014

ACTIVIDADES 
ESCUELA DE BIBLIA 
"PARRESÍA"


LUNES:

TEMA: ¿Qué sabemos de Jesús? (I)
LUGAR: Pquia. Ascensión del Señor
HORA: 19,30-22,00 hs.



MARTES:

TEMA: ¿Qué sabemos de Jesús? (II)
LUGAR: Pquia. Ascensión del Señor
HORA: 19,30-22,00 hs.




MIÉRCOLES:

TEMA: El Jesús Histórico
LUGAR: Pquia. de Alta Gracia
HORA: 18,30-21,00 hs.

Jueves y viernes no hay clases 
en la Escuela de Biblia


SÁBADO:

TEMA: Las Parábolas de Jesús
LUGAR: 9,00-21,00 hs.
HORA: Pquia de Villa Totoral


TEMA: Los Salmos (5 clase y última)
LUGAR: Pquia.San José y María
HORA: 15,00-16,30 hs.


En el origen de Israel, la guerra santa (La historia no empezó en Gaza)

Xabier Pikza
La yihad o guerra santa de cierto Islam se arraiga en la violencia de las tribus árabes de su tiempo, pero remite también a la guerra santa del origen de Israel.


En el comienzo de Israel hay una promesa de vida, vinculada con Abrahán, que viene a Palestina como esperanza de paz: "en ti serán benditas todas las naciones de la tierra" (Gen 12, 1-7); pero en ese comienzo hallamos también una conquista violenta de la tierra, con el exterminio de sus habitantes (Jos 1-12).

La violencia aparece así como sacramento o presencia de Dios, siguiendo estos temas:
(1) Guerra santa.
(2) Herrem o exterminio de los extranjeros.
(3) Herrem de los israelitas heterodoxos. (4) Mesianismo violento.


Junto a eso se ha desarrollado en Israel la más alta tradición de pacifismo utópico y mesiánico de la historia de occidente. El tema actual del judaísmo está en interpretar su historia, superar un tipo de guerra santa, volver a las raíces de la paz mesiánica. Pero ese podrá ser un tema para otra vez, aquí me ocupo de la guerra santa en el origen de Israel.

¿Todo parecido con la actualidad es mera coincidencia casual... o hay una línea que va de la violencia guerrera del origen a la guerra den Gaza?

Artículo completo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php



En nosotros están todas 

las memorias del universo

Leonardo Boff



            El ser humano es el último ser de gran porte que ha entrado en el proceso de la evolución por nosotros conocido. Como no existe solamente materia y energía sino también información, ésta viene almacenada en forma de memoria en todos los seres y en nosotros a lo largo de todas las fases del proceso cosmogénico.

            En nuestra memoria resuenan las últimas reminiscencias de la gran explosión que dio origen a nuestro cosmos. En los archivos de nuestra memoria se guardan las vibraciones energéticas oriundas de las inimaginables explosiones de las grandes estrellas rojas, de las cuales vinieron las supernovas y los conglomerados de galaxias, cada cual con sus miles de millones de estrellas y de planetas y asteroides. En ella se encuentran también resonancias del calor generado por la destrucción de galaxias devorándose unas a otras, del fuego originario de las estrellas y de los planetas a su alrededor, de la incandescencia de la Tierra, del fragor de los líquidos que cayeron durante 100 millones de años sobre nuestro planeta hasta enfriarlo (era hadeana), de la exuberancia de las selvas ancestrales, reminiscencias de la voracidad de los dinosaurios que reinaron, soberanos, durante 135 millones de años, de la agresividad de nuestros antepasados en su afán por sobrevivir, del entusiasmo por el fuego que ilumina y cocina, de la alegría por el primer símbolo creado y por la primera palabra pronunciada, reminiscencias de la suavidad de las brisas leves, de las mañanas diáfanas, del precipicio de las montañas cubiertas de nieve, y por fin, recuerdos de las interdependencias entre todos los seres, creando la comunidad de los vivientes, del encuentro con el otro, capaz de ternura, entrega y amor y, finalmente, del éxtasis del descubrimiento del misterio del mundo que todos llaman por mil nombres y nosotros llamamos Dios. Todo eso está sepultado en algún rincón de nuestra psique y en el código genético de cada célula de nuestro cuerpo, porque somos tan antiguos como el universo.

            No vivimos en este universo ni sobre nuestra Tierra como seres erráticos. Venimos del útero común de donde vienen todas las cosas, de la Energía de Fondo o Abismo Alimentador de todos los seres, del hadrón primordial, del top-quark, uno de los ladrillitos más ancestrales del edificio cósmico, hasta el computador actual. Y somos hijos e hijas de la Tierra. Más aún, somos aquella parte de la Tierra que anda y danza, que tiembla de emoción y piensa, que quiere y ama, que se extasía y venera el Misterio. Todas estas cosas estuvieron virtualmente en el universo, se condensaron en nuestro sistema solar y sólo después irrumpieron concretas en nuestra Tierra. Porque todo eso estaba virtualmente allí, ahora puede estar aquí en nuestras vidas.

            El principio cosmogénico, es decir, aquellas energías directoras que comandan, llenas de propósito, todo el proceso evolutivo obedecen a la lógica siguiente, tan bien expuesta por E. Morin: orden, desorden, interacción, nuevo orden, nuevo desorden, nuevamente interacción y así siempre. Con esa lógica se crean siempre más complejidades y diferenciaciones; y en la misma proporción se van creando interioridad y subjetividad hasta su expresión lúcida y consciente que es la mente humana. Y simultáneamente y también en la misma proporción se va gestando la capacidad de reciprocidad de todos con todos, en todos los momentos y en todas las situaciones. Diferenciación /interioridad/ comunión: la trinidad cósmica que preside el organismo del universo.

            Todo va sucediendo procesualmente y evolutivamente sometido al no-equilibrio dinámico (caos) que busca siempre un nuevo equilibrio, a través de adaptaciones e interdependencias.

            La existencia humana no está fuera de esta dinámica. Tiene dentro de sí estas constantes cósmicas de caos y de cosmos, de no-equilibrio en busca de un nuevo equilibrio. Mientras estamos vivos nos encontramos siempre enredados en esta condición. Cuanto más próximos al equilibrio total más próximos a la muerte. La muerte es la fijación del equilibrio y del proceso cosmogénico. O su paso a un nivel que demanda otra forma de acceso y de conocimiento.

            ¿Cómo se da esta estructura concretamente en nosotros? En primer lugar por la cotidianeidad. Cada cual vive su cotidiano que comienza con el aseo personal, la manera como vive, lo que come, el trabajo, las relaciones familiares, los amigos, el amor. Lo cotidiano es prosaico y frecuentemente cargado de desencanto. La mayoría de la humanidad vive restringida a lo cotidiano con el anonimato que él implica. Es una parte del orden universal que emerge en la vida de las personas.

            Pero los seres humanos también estamos habitados por la imaginación. Esta rompe las barreras de lo cotidiano y busca lo nuevo. La imaginación es, por esencia, fecunda; es el reino de lo poético, de las probabilidades de sí infinitas (de naturaleza cuántica). Imaginamos nueva vida, nueva casa, nuevo trabajo, nuevos placeres, nuevas relaciones, nuevo amor. La imaginación produce la crisis existencial y el caos en el orden cotidiano.

            Pertenece a la sabiduría de cada uno articular lo cotidiano con lo imaginario, lo prosaico con lo poético y retrabajar el desorden y el orden. Si alguien se entrega sólo a lo imaginario, puede estar haciendo un viaje, vuela por las nubes olvidado de la Tierra y puede acabar en una clínica psiquiátrica. Puede también negar la fuerza seductora del imaginario, sacralizar lo cotidiano y sepultarse vivo dentro de él. Entonces se muestra pesado, poco interesante y frustrado. Rompe con la lógica del movimiento universal.


            Sin embargo, cuando una persona asume su cotidiano y lo vivifica con inyecciones de creación, entonces comienza a irradiar una rara energía percibida por quienes conviven con ella.