jueves, 25 de septiembre de 2014

Publicanos y prostitutas 

por el Reino

Xabier Pikaza


Domingo 26. Tiempo ordinario, Mt 21, 28-32. Os precederán no sólo en el Reino Futuro de los Cielos, sino en la misma tierra, en este mundo donde el Dios de Cristo va construyendo su morada.

Ellos, varones y mujeres, expulsados, marginados, escoria de la tierra…, son los portadores del Reino de Dios, por encima de los sabios fariseos, de los altos sacerdotes, de los representantes de la Gran Sociedad de las finanzas y la empresa, los ejércitos y mandos que se creen supremos en la tierra.
Ésta es la paradoja, éste el misterio el misterio de la Trinidad hecho Vida en la vida de los hombres . Así lo anuncia y propone este evangelio escandaloso y consolador. No se dice que “os precederán” (en el futuro, en el Reino final del cielo), sino que os preceden ya (en este mundo), como Jesús que precede a los suyos en el camino de Jerusalén. Por eso quiero hablar en esta postal de publicanos y prostitutas por el Reino , fijándome de un modo especial de las prostitutas, en el amplio sentido de la palabra, pues de los publicanos he hablado más en otras ocasiones.
Aquí está el escándalo: el Reino de Dios no lo construyen los sabios empresarios, sacerdotes de Jerusalén, soldados del imperio sagrado (ellos construyen lo que saben y pueden, sus sistemas económicos, sacrales o políticos). El Reino lo construyen desde aquí, con Jesús, como hijos de Dios y con su fe, los publicanos y las prostitutas.
Texto para temblar, texto para saltar de alegría.

Este evangelio sigue en la línea del domingo pasado, donde se decía que el "señor" concede igual salario a todos los trabajadores, de primera y de última "redada". Ahora vemos que los verdaderos trabajadores del Reino son los publicanos y prostitutas, expulsados sociales y personales, la "piedra desechada" que Dios ha convertido en Piedra Angular de su Edificio divino y humano, como seguirá diciendo el evangelio de Mateo (Mt 21, 42; Sal. 118).

Evidentemente, la liturgia de este domingo ha puesto como texto clave el Himno de Filipenses (Flp 2, 6-11), del Dios hecho esclavo, allá, entre la basura de la buena sociedad, como la mujer de la segunda imagen. Sin duda, este evangelio debe matizarse luego con cuidado en la marcha de la vida, pero sin desvirtuar su fuerte espíritu, su intenso mensaje, como evoca la lección de Miguel, al comienzo de este comentario. Buen domingo a todos.
Para seguir leyendo: blog de Pikaza
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2014/09/25/dom-28-ix-24-publicanos-y-prostitutas-os

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