El Papa Francisco, hacia Bolivia
"Hay que estar abiertos a la novedad"
Expectativas ante el viaje de Francisco a Bolivia
Muchos esperarían que dijese una palabra frente a Chile por el mar
Que su venida no sea un show mediático, sino que genere semillas de fe y esperanza, de reconciliación, de unidad y de paz
/>
Víctor Codina, sj
La visita de Francisco a Bolivia está generando muchas expectativas en todo el país y por diversos motivos. Existe una movilización general, desde el gobierno de Evo a sectores de la Iglesia católica, pasando por medios de comunicación, alojamientos y comercio.
El viaje del Papa ocupa los espacios de la prensa, la TV y la radio, con entrevistas sobre el Papa e incluso sobre la teología de la liberación. Hay un amplio despliegue de medios de seguridad, organización de viajes, comercialización de la visita con imágenes, gorras, llaveros... preparativos para la eucaristía central de Santa Cruz con el armado de un templete con horcones de madera labrada al estilo de las reducciones jesuíticas, miles de músicos chiquitanos ensayando los cantos, los "macheteros" del Oriente preparando su baile procesional, mientras los hoteles y pensiones colapsan y en las parroquias se celebran horas santas pidiendo por viaje de Francisco y jóvenes se organizan para el encuentro con el Papa. El pueblo espera con ilusión ver a un Papa muy humano, evangélico, renovador, crítico y libre, todo ello con una mezcla de devoción y curiosidad, a veces con ribetes mágicos, como si la sola presencia de Francisco fuera a solucionar problemas familiares, religiosos, sociales y políticos.
Pero este viaje no será fácil para Francisco. Tanto el gobierno como la oposición desean aprovechar el viaje del Papa para legitimar sus posturas, muchos esperarían que Francisco dijese una palabra a favor del mar para Bolivia en su diferendo con Chile.
Hay sectores sociales que preparan sus manifestaciones contra el gobierno aprovechando el viaje papal. No faltan voces críticas que cuestionan los gastos, el protocolo, la manipulación política, la ambigüedad de la presencia del Papa Jefe del Estado Vaticano, el contraste entre el mensaje de Francisco sobre la sencillez y pobreza y la parafernalia del viaje, todo ello en un Estado laico y que hasta ahora no ha mostrado demasiadas buenas relaciones con la jerarquía eclesiástica.
Desde Roma se repite que este viaje no es político sino pastoral, que el Papa viene como mensajero de la paz. El mismo Francisco ha dicho que desea un encuentro con el pueblo para llevar, sobre a todo a los ancianos, enfermos y prisioneros, la cercanía y la ternura de Dios, que viene a fortalecer la fe y esperanza de los cristianos. Esperemos que se cumplan estos deseos de Francisco y que su venida no sea un show mediático, sino que genere semillas de fe y esperanza, de reconciliación, de unidad y de paz. Hay que estar abiertos a la novedad que Francisco siempre despierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario