De discípulos a misioneros
José Luis Sicre
El fracaso en Nazaret no desanima a Jesús. Al
contrario. Además de continuar misionando, como veíamos el domingo pasado,
envía también a sus discípulos a misionar. Los profetas del Antiguo Testamento
tienen a veces discípulos; pero, que sepamos, nunca los envían de misión; la
labor del discípulo consiste en servir de apoyo social y espiritual al profeta,
memorizar sus palabras y transmitirlas a la posteridad. El enfoque que tiene Jesús de sus discípulos es distinto,
más dinámico: no se limitan a aprender, deben también poner en práctica lo
aprendido, y ampliar desde ahora la actividad de Jesús.
Las instrucciones a
los discípulos
(Marcos 6,7-13)
En aquel
tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles
autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino
un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que
llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió:
̶ Quedaos en
la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.
Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.
Ellos
salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a
muchos enfermos y los curaban.
El
texto de Marcos trata brevemente cinco puntos:
1.
La autoridad.
Cualquier embajador o
misionero debe estar investido de una autoridad. La que reciben los discípulos
es sobre los espíritus inmundos. Esta idea, tan extraña a la cultura de nuestra
época, debemos considerarla en el contexto del evangelio de Marcos. Jesús,
desde el primer momento, en la sinagoga de Cafarnaúm, ha demostrado su
autoridad sobre un espíritu inmundo. Sus discípulos reciben el mismo poder. Son
embajadores plenipotenciarios.
2.
Equipaje y provisiones.
Es
interesante advertir lo que se permite y lo que se prohíbe: sólo se permite
llevar un bastón y sandalias; en cambio, se prohíbe llevar comida (ni pan, ni
alforja) y túnica de repuesto. El permiso del bastón y las sandalias contrastan
con lo que dice el evangelio de Mateo, donde se prohíben. Es un caso
interesante de cómo los evangelistas adaptan el mensaje de Jesús a las
circunstancias de su comunidad: Marcos tienen en cuenta el apostolado posterior
de largos viajes, por terrenos difíciles, que requieren el bastón y las
sandalias. En cambio, la prohibición de comida y vestido de repuesto, demuestra
la enorme preocupación de Jesús por dar ejemplo de pobreza en una época en que
los predicadores religiosos eran acusados con frecuencia de charlatanes en
busca de dinero.
3.
Alojamiento.
Para evitar tensiones y
peleas entre las personas que quisieran acogerlas en sus casas, Jesús ordena
que se alojen siempre en la misma.
4.
Rechazo.
El apostolado no tendrá
siempre éxito. Igual que Jesús fue rechazado en Nazaret, ellos pueden ser
rechazados en cualquier lugar.
5.
La actividad.
Curiosamente, lo que deben
hacer los discípulos no aparece hasta el final: «Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían
con aceite a muchos enfermos y los curaban.» Lo mismo que hacía Jesús, a
excepción del uso de aceite para curar enfermos. Esta práctica parece haber
entrado en la iglesia en un momento posterior y está atestiguada en la carta de
Santiago: « ¿Que uno de
vosotros cae enfermo? Llame a los ancianos de la comunidad para que recen por
él y lo unjan con aceite invocando el nombre del Señor.» (Snt 5,14).
El rechazo
(1ª
lectura: Amós 7,12-15)
En
las instrucciones de Jesús, este tema es el que ocupa menos espacio. Sólo se
menciona como posibilidad. En cambio, la primera lectura nos recuerda que esta
posibilidad fue y sigue siendo muy real.
En aquellos
días, dijo Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, a Amos:
- Vidente,
vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. No
vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo
del país.
Respondió
Amos: No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El
Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo de
Israel”.
A
mediados del siglo VIII a.C., el profeta Amós, originario del sur (Judá) fue
enviado por Dios a predicar en el Reino Norte (Israel), para denunciar las
injusticias terribles que se cometían, favorecidas por la corte y el clero. El
enfrentamiento más fuerte tiene lugar en el santuario de Betel (= Casa de
Dios), con el sumo sacerdote Amasías, que lo expulsa. En el fondo, Amós tuvo
suerte. A otros les cortaron la cabeza.
Hola, me parece que el desposte de la palabra no es clara, por ejemplo: decir que Jesus manda a los discípulos sin pan y sin vestimenta de repuesto porque estaba preocupado por "dar ejemplo de pobreza", es una visión muy humana. Obvio si quien la propone es un humano tan humano como yo, demosle crédito al Jesús que no tenía ni tiene miedo a nada porque es palabra que proviene de Dios. A mi entender como humano que soy, Jesús mandó a sus discípulos a misionar sin nada por el simple hecho de que pongan su fe desde el primer paso, que podrian resolver cualquier inconveniente pues él como prometió estaria con ellos.
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