MICRORELATOS
1.
La
hermana contagió su sonrisa a su hermana pequeña, y a su otra hermana, a sus
primas y amigas. Estaban en mitad del patio, de la casa presidida por dos
enormes karités en aquella inmensa sabana. El sol también se contagió de la
sonrisa. El hermano mayor exhibía orgulloso dos enormes liebres al volver del
campo familiar. Hoy sería un inesperado día de fiesta. Todos comerían carne.
2.
Cuentan
que el bisiabuelo de Alí, con la destreza de un machete y de sus propias manos,
mató a un tigre feroz en mitad de la selva. Otro Alí, descendiente directo suyo,
lucha ahora con la ferocidad de la hambruna en tierra nigerina. Ambas hazañas son
dignas de admiración, pero la segunda es más arriesgada y meritoria.
3. Cuando cayó del mangó, cuando se produjo la lesión
en la espalda, muy pocos contaban con la vida de aquel niño beninés de once
años, y mucho menos que volviese a caminar. Después de tres años de dura
rehabilitación en el hospital de San Juan de Dios de Tanguietá, Daniel jugaba
con soltura en el equipo de futbol de su ciudad y remataba de cabeza como lo
hacen las estrellas que veía en televisión.
4. Llegó a casa. Estaba temblando de frío. Se tumbó en
la cama. De repente se abrió su alma de par en par a su soledad sonora y comprendió,
a sus muchos años, que el amor se dice de tantas maneras como uno llegue a
imaginar, que sólo es frenado por los muros invisibles que levantan nuestros
miedos. Y se quedó profundamente dormido con una sonrisa en los labios.
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