domingo, 1 de junio de 2014

Iglesia de la Ascensión en Jerusalén

"La Curia papal trasladada a Jerusalén, patria interreligiosa. Día de la Ascensión"

Año 3014: 

evocación de Pablo VI 

y Francisco I, 

por León XIV

"Antes de jubilarse, cambió el nombre de Papa por el de Hermano y fundó el Premio del Espíritu"


 Me quedé dormido de madrugada mientras chequeaba, tumbado en la cama, las pruebas de la traducción japonesa de Evangelii gaudium. Pero no me atrevo a culpar a Francisco por mi pesadilla
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Ascensión de Cristo

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Juan Masiá, sj

Anoche cuando dormía, soñé... ¡bendita evocación!... Era el año 3014. La Curia papal trasladada a Jerusalén, patria interreligiosa. Día de la Ascensión, peregrinos concentrados en Monte Olivos para ceremonia de evocaciones. Ya no están de moda las canonizaciones, sustituidas a fines del siglo XXI por el Día de la Evocación, así llamado en recuerdo de Jorge Francisco, el Memorioso (cf. EG 13).
La idea fue del Hermano Benedicto XVII, el Longevo; antes de jubilarse, cambió el nombre de Papa por el de Hermano y fundó el Premio del Espíritu: se daría cada año a creyentes reconocidos por su docilidad al Soplo de Vida.
El Hermano León XIV, elegido en Nuevo Conclave por un Sínodo de Obispos el 2991, bicentenario de Rerum novarum, nombra para el Premio del Espíritu de 3014 a Juan Bautista Montini y Jorge Mario Bergoglio, justo en el centenario de la canonización simultánea de Juan XXIII y Juan Pablo II por un Papa venido de la meta argentina del mundo.
Presiden la eucaristía la japonesa Makiko, la murcianica Fuensanta y la sudanesa Bakita, ordenadas por León XIV en 2994, octogésimo aniversario del Sínodo de 2014.
El Hermano León, que concelebra con ellas, evoca en su homilía la "memoria agradecida" de la que brota, según Francisco, la "alegría evangelizadora" (Evangelii gaudium 13) y la "alegría reportada por el Señor" de la que, según Pablo VI, "nadie queda excluído" (Gaudete in Domino, n. 22). Elogia León XIV la capacidad conciliadora de Montini y el discernimiento reformador de Bergoglio, coincidentes en su familiaridad con la discreción de espíritus ignaciana (Montini, que se confesaba con el P. Dezza, le dejó en herencia su ejemplar de los Ejercicios, que apreciaba tanto como Josemaría Escrivá el de los que hizo cuando se confesaba con el P. Sánchez Ruiz).
Se nubla la pantalla en el sueño, entra anuncio televisivo de hace décadas; de pronto, me encuentro rezando el rosario por los tránsitos del Collegium de Alcalá de Henares. Se cruza en mi paseo el Padre Instructor, José Arroyo, y me enseña una foto de 1971: "Aquí, en esta casa hizo su tercera probación Bergoglio el mismo año que Pablo VI publicó su Octogesima adveniens (Citada en EG 184 y 190). Y también la hiciste tú, Juan, en 1975, el año en que os comenté la Evangelii nuntiandi de Pablo VI y el "servicio de la fe y promoción de la justicia" de Pedro Arrupe... " (*)
Mi sueño se convierte en pesadilla y veo venir de los cielos un revolotear de ángeles, solo cabecitas y alas, y una bandada de palomas sosteniendo la pancarta: "Religión Digital cubre el acontecimiento". Las ataca de repente una bandada de aves de otra especie cuya pancarta reza: "Congreso teológico cuestiona la decisión"...
Me despertó un dolor de enfriamiento. Me había dejado la ventana abierta y la luz encendida. Me quedé dormido de madrugada mientras chequeaba, tumbado en la cama, las pruebas de la traducción japonesa de Evangelii gaudium. Pero no me atrevo a culpar a Francisco por mi pesadilla... Hecho un lío, no sé si debería prepararme una tila calmante, un expreso italiano o un mate porteño.

(*) Nota: Para quien desee descifrar el código lingüístico-espiritual de esta síntesis del sucesor diplomático-conciliador del ministerio petrino en siglo XX y el obispo de Roma pacificador-reformador del siglo XXI, me remito a los siguientes números de la exhortaciónEvangelii gaudium, de un Francisco con "olor a Pablo": EG 3, 13, 26, 35-39, 51, 117, 130, 131, 146, 156, 176, 178, 181, 184, etc.

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