lunes, 30 de noviembre de 2015

CHUMBI. 30 de noviembre.

Occidente ha escogido el peor camino: la guerra

Leonardo Boff

            Ciertamente son abominables y totalmente rechazables los atentados terroristas perpetrados el último 13 de noviembre en París por grupos terroristas de extracción islámica. Tales hechos nefastos no caen del cielo. Poseen una prehistoria de rabia, humillación y deseo de venganza.

            Estudios académicos realizados en Estados Unidos han evidenciado que las continuadas intervenciones militares de Occidente con su geopolítica para la región y a fin de garantizar el abastecimiento de sangre del sistema mundial que es el petróleo, rico en el Medio Oriente, acrecentadas por el hecho del apoyo irrestricto dado por Estados Unidos al Estado de Israel con su notoria violencia brutal contra los palestinos, constituyen la principal motivación del terrorismo islámico contra Occidente y contra Estados Unidos (véase la vasta literatura firmada por Robert Barrowes: Terrorism: Ultimate Weapon of the Global Elite en su sitio: www.WarisaCrime.org ).

            La respuesta que Occidente ha dado, comenzando con George W. Bush, retomada ahora vigorosamente por François Hollande y sus aliados europeos más Rusia y Estados Unidos es el camino de la guerra implacable contra el terrorismo, ya sea interno en Europa o externo contra el Estado Islámico en Siria y en Iraq. Pero este es el peor de los caminos, como criticó Edgar Morin, pues las guerras no se combaten con otras guerras ni con el fundamentalismo (el de la cultura occidental que se presume ser la mejor del mundo, con el derecho a ser impuesta a todos). La respuesta de la guerra, que probablemente será interminable por la dificultad de derrotar el fundamentalismo o a los grupos que deciden hacer de sus propios cuerpos bombas de alta destrucción, se inscribe todavía en el viejo paradigma de pre-globalización, paradigma enclaustrado en los estados-naciones, sin darse cuenta de que la historia ha cambiado y ha vuelto colectivo el destino de la especie humana y de la vida sobre el planeta Tierra. El camino de la guerra no ha traído nunca la paz, a lo máximo alguna pacificación, dejando un lastre macabro de rabia y de voluntad de venganza por parte de los derrotados que nunca, a decir verdad, serán totalmente vencidos.

            El paradigma viejo respondía a la guerra con guerra. El nuevo, de la fase planetaria de la Tierra y de la humanidad, responde con el paradigma de la comprensión, de la hospitalidad de todos con todos, del diálogo sin barreras, de los intercambios sin fronteras, del gana-gana y de las alianzas entre todos. En caso contrario, al generalizar las guerras cada vez más destructivas, podremos poner fin a nuestra especie o volver inhabitable la Casa Común.

            ¿Quien nos garantiza que los terroristas actuales no se apropien de tecnologías sofisticadas y empiecen a usar armas químicas y biológicas que, por ejemplo, colocadas en los depósitos de agua de una gran ciudad, acaben produciendo una destrucción sin precedentes de vidas humanas? Sabemos que se están preparando para montar ataques cibernéticos y telemáticos que pueden afectar a todo el servicio de energía de una gran ciudad, los hospitales, las escuelas, los aeropuertos y los servicios públicos. La opción por la guerra puede llevar a estos extremos, todos posibles.

            Debemos tomar en serio las advertencias de sabios como como Eric Hobswbam al concluir su conocido libro La era de los extremos: el breve siglo XX (1995:562): «El mundo corre el riesgo de explosión e implosión; tiene que cambiar… la alternativa al cambio es la oscuridad». O la del eminente historiador Arnold Toynbee, que después de escribir diez tomos sobre las grandes civilizaciones históricas, en su ensayo autobiográfico Experiencias (1969:422) nos dice: «Viví para ver el fin de la historia humana tornarse una posibilidad intrahistórica, capaz de ser traducida en hechos, no por un acto de Dios sino del propio ser humano».

            Occidente ha optado por la guerra sin tregua. Pero nunca más tendrá paz y vivirá lleno de miedo y rehén de posibles atentados que son la venganza de los islámicos. Ojalá no se haga realidad el escenario descrito por Jacques Attali en Una breve historia del futuro (2008): guerras regionales cada vez más destructivas hasta el punto de amenazar a la especie humana. Entonces la humanidad, para sobrevivir, pensará en una gobernanza global con una hiperdemocracia planetaria.

            Lo que se impone, así nos parece, es reconocer la existencia de hecho de un Estado Islámico y luego formar una coalición pluralista de naciones y de medios diplomáticos y de paz para crear las condiciones de un diálogo para pensar el destino común de la Tierra y de la humanidad.

            Temo que la arrogancia típica de Occidente, con su visión imperial al juzgarse mejor en todo, no acoja este camino pacificador y prefiera la guerra. En ese caso, vuelve a tener significado la sentencia profética de M. Heidegger, conocida después de su muerte: «Nur noch ein Gott kann uns retten: entonces solo un Dios puede salvarnos».

            No debemos esperar ingenuamente la intervención divina, pues nuestro destino está bajo nuestra responsabilidad. Seremos lo que decidamos: una especie que prefirió autoexterminarse antes que renunciar a su voluntad absurda de poder sobre todos y sobre todo, o bien forjamos las bases para una paz perpetua (Kant) que nos conceda vivir diferentes y unidos en la misma Casa Común. 
   

Paris, Cumbre del Clima. La guerra que no cesa

Xabier Pikaza
El riesgo ecológico es un problema central de la humanidad, como acaba de indicar en África (patio trasero del mundo), el Papa Francisco, mientras en París discuten los líderes del salón solemne de la casa/mundo, protegidos por muchos policías, diciendo que quieren echar menos humos al aire (o que no se vea demasiado).

Se trata de un problema nuevo, exacerbado hasta el paroxismo por la triple amenaza de la bomba atómica, biológica y del conflicto social, a la que ahora se une la bomba más gorda de la anti-ecología, es decir, del anti-mundo de los grandes poderes económico-políticos, que quieren ponerle una mecha al globo tierra, haciendo así una bomba, que estalle. Es como si dijeran "comamos y bebamos, que mueran nuestra hijos, que la vida es corta, mientras nosotros andamos tranquilos".
Ésta es una advertencia clave para el tiempo cristiano de Adviento, en París, capital de la cultura burguesa, tomada de nuevo por la policía (como estuvo hace dos semanas ante la bomba horrible, pero menos peligrosa, de Isis.
Siendo muy actual (¡diciembre 2015), éste es, al mismo tiempo, un desafío muy viejo, como de forma profética había descubierto y expresado la Biblia en el relato del diluvio (Génesis 6-8), que comenté hace tiempo en un libro titulado Antropología Bíblica (Salamanca 2005), retomando su argumento, tras diez años, en el Gran Diccionario de la Biblia (Estella 2015).
He querido volver a presentarlo en este blog, porque he encontrado entre papeles una parábola del segundo diluvio.
Caen las hojas del otoño, apenas quedan ya tras la ventana; pero ellas volverán. Nosotros, en cambio, podemos destruir para siempre las fuentes de la vida de Dios sobre la tierra. Buena semana a todos. El hermano sol ha derretido la blanquísima helada de la meseta del Tormes. Es buena noticia, tenemos, al menos, un día más.
1. Relato antiguo.
El Arca de Noé (Gen 6-7) constituye un símbolo del riesgo de la vida, que puede ser destruída por el "pecado" de los hombres, como saben los reunidos en la Cumbre del Clima de Paris 2015. Aquellos aventureros que suben año tras año a buscar el Arca al monte Ararat, en el Cáucaso, pensando que si la encuentran demostrarán que “la Biblia tenía razón”, no han entendido nada, pues el texto de la Biblia no trata de un arca o barco salvador de antaño, sino del riesgo de muerte que nosotros provocamos.
El autor del diluvio no fue Dios, fuimos y somos nosotros. El arca, en cambio, es signo de la posible salvación en medio del diluvio; ella es para los creyentes la expresión concreta de la alianza de Dios con los hombres y de los hombres entre sí, unos hombres y mujeres que se reúnen y ayudan sobre un mismo barco, mientras se desata la furia de los elementos que ellos mismos han provocado.
Ésta es un arca que debe abrirse de manera generosa, con los animales de la tierra (cuadrúpedos, reptiles), un arca para todos los hombres y mujeres, de manera que ellos puedan amarse y transmitir la vida. Ésta ha de ser un arca universal y democrática, en la que deben acogerse de un modo especial los que actualmente permanecen excluidos del sistema, no sólo Ulises y algunos esforzados, no sólo Noé con su familia, sino todos los que actualmente padecen, arrojados por la borda, los asesinados y humillados, que no tienen hogar, ni ciudadanía legal (real) en este mundo, como sabe la Carta de Pedro, el amigo de Jesús (cf. 1 Ped 3, 19-22).
Esta barca ha de ser "patera" universal, no transatlántico de lujo donde algunos seguimos inventando bellas palabras, mientras mueren abajo, en las aguas oscuras, en miles de pateras (reales o simbólicas), millones de personas. La historia de esta barca-patera de Noé, que ha de abrir sus escotillas y camarotes para todos los hombres y mujeres de la tierra (con los animales), constituye una de las parábolas más fuertes y bellas (incluso esperanzadas) de la historia humana.
Muchos están bajo la amenaza del mar. Los que formamos parte del gran mundo (del trasatlántico de lujo), hemos expulsado a las cruces del al agua a millones de personas..., fingiendo quizá que lo ignoramos (¡pues los culpables son otros, la administración, como dirá el texto del nuevo diluvio, que después presentaremos!). Somos culpables y, sin embargo, la Biblia nos pondrá ante la esperanza del arco iris... Pero dejemos ese tema para más adelantes.
Gen 6, 9 Ésta es la historia de Noé: Noé era un hombre justo y cabal en su generación... 12 Dios miró la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Entonces Dios dijo a Noé: "He decidido el final de toda carne, porque la tierra está llena de violencia por culpa de ellos. He aquí que los destruiré junto con la tierra.
14 Hazte un arca grande de madera de coníferas (de abetos). Haz compartimentos al arca, y cúbrela con brea por dentro y por fuera... Hazle una claraboya y termínala a un codo de la parte alta. La puerta del arca estará a uno de sus lados. Construye también un piso bajo, uno intermedio y uno superior... 19 De todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca dos de cada especie, para que sobrevivan contigo.... 22 Y Noé hizo conforme a todo lo que Dios le mandó; así lo hizo.
2. Segundo diluvio. Una parábola abierta.
El texto es antiguo, creo, anda por la red. Yo me permito cambiarlo un poco. Cf.http://www.reflexionesparaelalma.net/page/reflexiones/id/359/title/Segundo-Diluvio
A principios del 2015, Dios visitó a Noé y le dijo:
"Una vez más la tierra se ha hecho inhabitable, superpoblada y llena de egoísmos. Debo actuar. Construye un arca y reúne una pareja de cada ser vivo así como algunos buenos seres humanos. Tienes 6 meses antes de que envíe la lluvia durante 40 días y 40 noches."
Seis meses después, Dios miró a la tierra y descubrió a Noé barriendo su patio, pero ningún arca. "Noé", gritó, "pronto enviaré la lluvia, ¡donde está el arca?"
"Perdóname, Dios mío," imploró Noé, "pero los tiempos han cambiado: Necesitaba un permiso de construcción para comenzar el arca, he debido discutir varios meses con el inspector sobre el sistema de alarma contra-incendios.
"Durante ese tiempo, mis vecinos se han reunido en asociación, porque violaba las normas de la comunidad construyendo un arca en el patio, y les iba a obstruir la vista! Hemos debido nombrar un tribunal de arbitraje para conseguir un pacto. A continuación, los servicios de urbanismo han presentado una memoria sobre los trabajos necesarios para hacer llegar el agua a mi patio: cuando les he dicho que el mar llegaría al arca, ¡no me han querido creer!
"Después tenía que cortar la madera, en cantidad suficiente: las asociaciones para la protección del medio ambiente se han unido para impedirme cortar árboles, so pretexto de que pondría en peligro a varias especies de animales. He intentado explicarles que al contrario, toda esa madera serviría para salvar muchas especies, de nada ha servido.
"Comencé a reunir parejas de diferentes especies, y la sociedad protectora de animales me atacó bajo el pretexto de que los iba a encerrar animales salvajes contra su voluntad, y en espacios demasiado pequeños: me acusan de actos de crueldad contra los animales.
"La Agencia de desarrollo sostenible, quiere hacer un estudio, y espero sus conclusiones todavía. La agencia de empleo también me ha echado un ojo encima: cómo es que voy a emplear trabajadores voluntarios, sin sueldo, protección social,... mientras que los sindicatos me prohíben emplear a mis propios hijos, debo emplear solo trabajadores de la construcción muy cualificados,...que pagan cuotas de afiliación.
"Para terminar, la Agencia Tributaria me ha confiscado todos mis bienes, so pretexto de que intentaba huir del país ilegalmente, mientras que Aduanas me acusa de querer pasar las fronteras con especies reconocidas en peligro de extinción.
"Perdóname Dios mío, tal vez habría necesitado más de 10 años para la construcción de ese Arca. Mira, es ya invierno, estamos en diciembre del año 2015... Además, se han reunido los sabios en París. ¿Qué puedo hacer yo?".
De inmediato, las nubes desaparecieron, y en el cielo brilló un espléndido Arco Iris (no se sabía si era de verdad o de cartón piedra, o de luces de Navidad adelantada por el Gran Comercio. Noé levantó la cabeza y dijo:
"Mira, Dios, lo que está brillando. Entonces, ¿no vas a destruir la tierra?".
"No es necesario". Respondió Dios, "la Administración se encarga, para eso se reúnen en Paris. No han aprendido ni con ISIS."

3. Las respuestas

La respuesta de la parábola es clara: Dios no necesita destruir la tierra a través de un diluvio, porque los mismos hombres se están encargando de ello. Según la parábola, el responsable básico de la destrucción de la tierra es "la administración", es decir, la política en sentido extenso. ¡Es lógico! Echamos la culpa a los que gobiernan, de izquierda o derecha, universalistas o nacionalistas, el Gran Capital o, sobre todo, el ISIS. ¡La culpa la Administración, un Gobierno o el otro!
La culpa es el hombre, pero hay un Gobierno culpable
En Italia donde he vivido mucho tiempo se decia: ¡Piove, porco Governo! ¡Lluevo, cerdo Gobierno! Si viene el diluvio y nos mojamos... la culpa es del Gobierno... Pero eso no puede hacer que olvidemos nuestra responsabilidad.
Posiblemente, los gobiernos deberían ser mejores, pero la culpa no es sólo de los "gobernadores" pues también nosotros hemos de cambiar, como saben los activistas de París... Éstos son algunos de los problemas, causados en parte por el hombre, con la complicidad de las administraciones:
1. Nuestro mismo consumo lleva al cambio climático con el calentamiento de la tierra
2. somos responsables de la elevación de las aguas por el deshielo
3. Nuestra forma de vida conduce a la destrucción de los bosques y de las masas verdes.
4. Noé pensaba el arca para defender a las especies animales (y con ellas a los hombres),pero hoy, al olvidar a muchos animales, ponemos en riesgo nuestra propia vida
5. Contaminamos de forma generalizada
6. Curamos antiguas enfermedades,pero suscitamos nuevas infecciones, corporales, mentales y sociales
7. Hay quizá una dosis de locura cósmica, pero nosotros extendemos una locura generalizada de tipo mental y social
8. Vivimos al borde de la lucha de todos contra todos (violencia universal, y no sólo de ISIS)
9. Muchos quieren bajarse de este tren y matarse, hay un riesto de suicidio, deseo de muerte, de todos los hombres.
10. En el fondo de todo hay un capitalismo, que no es ya salvaje de selva, sino muy civilizado, de guante blanco y propaganda
11. Quizá la causa más grave es la falta de amor por la tierra y sobre la tierra, nuestro olvido culpable de amor misericordia.
12. Está la bomba atómica, en manos de grupos de ciencia y de políticos más o menos responsables... También ella puede estallar, haciendo así que estalle la tierra entera como bomba de relojería programada con fecha de caducidad
13. Está la bomba biológica (manipulación y destrucción genética), queremos corregirnos, pero la corrección puede ser mucho peor que el oriinal
4. Una respuesta
Ciertamente, hay una muerte biológica, anterior a nosotros, pero nosotros mismos somos culpables de otro tipo de muerte, como decía san Pablo en Rom 5. Responsable de este muerte es "adam", en ser humano, en medidas distintas, con responsabilidades diferentes, al menos los que vamos en el piso del lujo del trasatlántico, mientras se hunden a los lados la pateras.
El pecado es grande, es fuerte el diluvio y hay que responder, porque todos somos Noé. Pero hay una verdad todavía más profunda: Dios (la Vida) encontrará un arca y en ella podremos salvarnos, abrir un camino de futuro, en amor.
Para los cristianos antiguos, el arca era el bautismo, es decir, la conversión de los cristianos..., una conversión social y cósmica. Yo quiero seguir en esa línea, pero abriendo también otros caminos. Quiero que la Iglesia cristiana sea (con otras religiones y creencias, con otros caminos de humanidad) un arca de esperanza. Pero eso significa que debemos asumir una responsabilidad, iniciar un camino, a favor de la vida de todos, en la tierra.
Me gustaría que los lectores del blog explicaran alguna de sos posibles signos y/o causas de destrucción... o buscaran otras... o destacarán la misericordia de Dios, es decir, de la Vida, que puede y quiere mantenerse, a pesar de nuestras destrucciones. ¿Podremos seguir hablando de la Iglesia como arca de humanidad, arco iris de esperanza? Estamos al fin del año litúrgico, es tiempo de buenas reflexiones.

domingo, 29 de noviembre de 2015

"Honradez y bondad sin límites"

En memoria de mi hermano Emilio

No quiso ser "padre jesuita", sino siempre "hermano coadjutor"



Emilio Castillo
Emilio Castillo
 El final de una vida no se improvisa. El final es la despedida elocuente de lo que ha sido la vida entera
José María Castillo 
Hace cuatro días quemi hermano Emilio ha muerto. Tenía 88 años. Ha sido jesuita desde que, en 1947, ingresó en el noviciado que entonces tenía la Compañía de Jesús en El Puerto de Santa María. Él no quiso nunca ser sacerdote. Por eso, aunque el P. Superior de los jesuitas de Granada, donde vivíamos, se empeñó en que Emilio tenía que ir al noviciado como "escolar", o sea para estudiar y ordenarse de presbítero, el hecho es que duró sólo unos meses en ese grado, de lo que entonces se veía como un nivel de mayor dignidad.
Emilio no quiso ser "padre jesuita", sino siempre "hermano coadjutor". Y como "hermano" se ha muerto. Tres días antes de morir, me decía: "He pensado mucho en mi vida. Y ya ves, no he estudiado, no tengo títulos, no sé nada... Y sin embargo, los jesuitas me han puesto en cargos de mucha responsabilidad, se han fiado plenamente de mí. No me lo explico".
Sin embargo, yo sí lo entiendo. Emilio ha sido, toda su vida, un hombre honesto, coherente, responsable, con un gran sentido común y una notable sensibilidad para tratar a todo el mundo con suma educación. Siempre fue inteligente y buena persona. En eso estuvo el secreto y la grandeza de su vida. Ni más ni menos que en eso consiste el ejemplo que nos deja. Y eso es lo que yo más admiro en él.
Su enfermedad final ha sido larga y cruel. Sobre todo, los cinco meses finales. Ha estado en cuatro hospitales, le han hecho cuatro operaciones, mantenido a base de calmantes y entre dolores insoportables. Los jesuitas no han escatimado medios, personal, cercanía, todo lo que ha necesitado. No tengo palabras de gratitud ante tanta generosidad. Pero lo más admirable ha sido el comportamiento de Emilio. Jamás una queja, jamás una protesta, ni una sola exigencia de nada.
Lo he pensado muchas veces: el final de una vida no se improvisa. El final es la despedida elocuente de lo que ha sido la vida entera. Y el final de la vida de mi hermano Emilio nos ha dicho a todos, con gritos de silencio elocuente, que este mundo tiene arreglo cuando acertamos a situarnos en el centro del que brotan todas las soluciones para los seres humanos: la honradez y la bondad sin límites ni fisuras.
Lo mejor del Tal Cual, por Chumbi

jueves, 26 de noviembre de 2015

Expresan “estupor” 
por un editorial sobre dictadura 
y Derechos Humanos


Quilmes (Buenos Aires) (AICA): 
El Departamento de Justicia y Paz, dependiente de la Vicaría de Solidaridad de la diócesis de Quilmes, expresa su “estupor” sobre el editorial con el título “No más venganza” publicada en el diario La Nación en su edición del lunes 23 de noviembre, un día después de la segunda vuelta electoral que definió al nuevo presidente de la Nación. El organismo repudió que el matutino haya tratado en forma “despectiva” el trabajo en materia de Derechos Humanos y expresó su “alarma” por el cuestionamiento que hace de la pena de cárcel para los perpetradores de delitos de lesa humanidad. “Llama tristemente la atención que el matutino La Nación proponga esta arenga editorial”, sostuvo.


El Departamento de Justicia y Paz, dependiente de la Vicaría de Solidaridad de la diócesis de Quilmes, expresa su “estupor” sobre el editorial con el título “No más venganza” publicada en el diario La Nación en su edición del lunes 23 de noviembre, un día después de la segunda vuelta electoral que definió al nuevo presidente de la Nación. 

El organismo mayormente integrado por laicos lamentó en un comunicado que en ese editorial “se enuncia despectivamente el trabajo de estos últimos años de vida democrática, donde se ha crecido en la política de derechos humanos hasta hacerla política de Estado, como ‘mentiras de los años 70’”. 

“Decir que el trabajo de organismos de derechos humanos y de los gobiernos que desde el regreso de la democracia con los juicios a las juntas y a partir de 2003 hasta la fecha desarrollaron en pos de los esclarecimientos de delitos de lesa humanidad fue tan sólo una ‘bandera de contenido emocional’, es una mentira y una bajeza”, sostuvo. 

“Cuestionar la pena de la cárcel común a los genocidas y hablar de ‘persecución’ cuando se intenta hacer justicia con el debido proceso y las garantías constitucionales a los cómplices civiles del poder judicial de la última dictadura, nos alarma”, agregó en la comunicación. 

“Llama tristemente la atención que el matutino La Nación proponga esta arenga editorial”, concluyó el Departamento de Justicia y Paz quilmeño. 


Texto del comunicado 

Con estupor, al día siguiente de una nueva elección nacional, leemos en el diario “La Nación” su editorial titulada “No más venganza”. En ella se enuncia despectivamente el trabajo de estos últimos años de vida democrática, donde se ha crecido en la política de derechos humanos hasta hacerla política de Estado, como “mentiras de los años 70”. 

Decir que el trabajo de organismos de derechos humanos y de los gobiernos que desde el regreso de la democracia con los juicios a las juntas y a partir de 2003 hasta la fecha desarrollaron en pos de los esclarecimientos de delitos de lesa humanidad fue tan sólo una “bandera de contenido emocional”, es una mentira y una bajeza. 

Cuestionar la pena de la cárcel común a los genocidas y hablar de “persecución” cuando se intenta hacer justicia con el debido proceso y las garantías constitucionales a los cómplices civiles del poder judicial de la última dictadura, nos alarma. 

Hablar de “venganza” ante la seria política de derechos humanos que pudimos reconquistar en nuestra vida democrática, nos retrotrae a la “teoría de los dos demonios”. Nos suena a ruegos de “indultos” y “punto final”. Hemos avanzado como sociedad argentina en estos temas para querer volver atrás. El mundo entero admira nuestros avances en los juicios y condenas de los genocidas. Son un orgullo nuestras Madres y Abuelas. 118 nietos recuperados hablan a las claras de justicia, de derechos humanos reconquistados y no de venganza. 

Llama tristemente la atención que el matutino “La Nación” proponga esta arenga editorial.+ 

Francisco en África: Una Iglesia de Mangas Remangadas 

(M.N. Ethel Ezeh)

Xabier Pikaza
El Papa Francisco está en África para mostrar su solidaridad con la Iglesia de ese gran continente, y para impulsar una experiencia de fe y de compromiso (eclesial y social) al servicio de la dignidad de todos y de la solidaridad de los diversos grupos sociales y religiosos en línea de justicia (es decir, de transformación social), convivencia y paz.

No ha ido como representantes de los intereses de un tipo de capitalismo dominante, ni para apoyar a un tipo de líderes nativos poco transparentes, ni para ratificar una Iglesia del poder, con obispos y clero educado al estilo colonial de Europa.
Ha ido en nombre del evangelio de Jesús, y sus discursos y manifestaciones están empezando a impactar no sólo a la iglesia y sociedad de África, sino al conjunto de la opinión mundial, porque África no es sólo creación de los africanos, sino que, siendo un lugar de inmensa humanidad y riqueza espiritual y social, corre el riesgo de convertirse en un patio trasero en el que desembocan y se agravan las contradicciones de otras partes del mundo, no sólo de Occidentes, sino también de China y, en especial, de un tipo sangriento de intolerancia de algunos grupos musulmanes.
La mejor aportación que puedo ofrecer en mi blog sobre el contexto de ese viaje de Francisco y sobre la Iglesia de África, una de las más clarividentes que pueden darse hoy, desde su interior, es la Mary Noelle Ethel Ezeh, misionera de Nigeria, a la que habíamos peldido una colaboración para el libro del Pacto de las Catacumbas, recién editado, que los lectores de este blog conocen ya.
Su trabajo ocupa las págs. 355-378 del libro, de las que he querido recoger las últimas (368-378), pues Ethel Ezeh expone en ellas, con amor y fuerte crítica, algunos de los rasgos más salientes de la iglesia en África, situando ante ella los retos más significativos del Evangelio, en la línea del Pacto de las Catacumbas.
Ese Pacto ha sido especialmente importante en América Latina (donde se ha seguido externamente más) y en África, donde empieza a ser ahora muy significativo. Así lo ha puesto de relieve Ethel Ezeh. Yo sólo puedo añadir que Francisco se encuentra ahora en África como testigo y portador de ese Pacto, como podrá ver quien siga leyendo (y como verá mucho mejor quien lea el trabajo entero publicado en el libro). Fíjese el lector en el inmenso respeto de Ethel Ezeh hacia su Iglesia, pero viendo al mismo tiempo la gran ironía (y la pena) con la que critica algunas de sus instituciones clericales masculina. Con ella os dejo. Gracias Ethel Ezeh por tu colaboración
Ethel Ezeh, Mary-Noelle. Religiosa de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María Madre de Cristo (de Nigeria). Ha estudiado en la Universidad Católica de París y en la Sorbonne (Paris IV). Enseña en el Department of Religion and Society in Anambra State University, Nigeria.

Para seguir leyendo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/11/26/francisco-en-africa-el-pacto-de-las-cata



Papa Francisco en Bangui:¡¡te esperamos!!

          Se pueden suspender partidos de fútbol en Europa. Pero los africanos son de otra pasta. Papa Francisco ha dicho que suspender la visita a Centroáfrica el próximo 29 de noviembre, sería como un fracaso, como dar la victoria a los violentos. Y las oraciones de los fieles suben como el incienso, para que todo salga bien. Con todas las precauciones posibles, pero lo esperamos en Bangui, después de haber visitado Kenia y Uganda. Una multitud inmensa tendrá los ojos fijos en aquel religioso de sotana blanca que aparecerá por la puerta del avión sobre las 10 de la mañana, llegado desde Uganda y Kenia, las primeras dos etapas de su primera visita africana.


          Mirando a Francisco entre la multitud estará mi amigo Admed, pues muchos musulmanes esperan también esta visita como agua de mayo. Y el Imán de la mezquita central de Bangui, el imán Kobina Layama, un hombre sencillo, humilde y con una gran capacidad de perdón y de decir las cosas claras. Toda la clase política lo esperará. De Centroáfrica y de los países limítrofes, conferencias episcopales incluidas. Protestantes y fieles de diversas sectas estarán allí porque está en el ambiente que esta visita rezumará miel para todos. El Papa tiene previsto ir a la Mezquita musulmana en la avenida Koudoukou, zona muy caliente desde hace muchos años. Le aconsejan que se encuentre con la comunidad musulmana en otro lugar "menos complicado" para él y su séquito, pero sobre todo para los miles de fieles que seguirán al Papa Francisco a donde vaya y que, en aquel barrio, pueden encontrarse con una bomba de relojería. Irá también al Centro Bautista y Evangélico, a un campo de desplazados, a un orfanato y, sobre todo, a abrir la puerta Santa en la catedral de Bangui. La fórmula es coraje con prudencia, la mirada puesta en el Dios de la fe, en la fuerza demostrada mil veces del Jesús que "anduvo en la mar" aplacando las olas furiosas que azotaban la barca.


       He preguntado a la delegación de Bangassou si querían abandonar. Todos me han dicho que no, que apechugan con lo que sea. Se pondrá en marcha el lunes 23 de noviembre. Un camión con 69 personas, cada uno con su maleta. 750 kms de barro, tierra roja y socavones. En la caja del camión varias sillas para las 10 monjas y los 15 curas que hacen parte de los peregrinos que se desplazan para ver al Papa y recibir sus bendiciones. En Bambari, a mitad del camino, se montará la delegación de allí, una ciudad cruce de caminos, en donde la espiral de violencia de las últimas semanas ha sido horrible. Los que no vayan sentados en la caja del camión irán de pie, en simbiosis con el bamboleo del camión. Mínimo tres días de viaje si nada se complica. "Complicación" es un eufemismo porque se trata de que ninguna barrera de rebeldes armados hasta los dientes los pare o los agreda (hay que pasar unas 20), de tiroteos indiscriminados tanto en la zona musulmana como en la de los anti-balaka, aunque la mayor preocupación es pasar por la zona mbororo  (pastores itinerantes que controlan una zona de 200 kms, que han sido golpeados sin escrúpulos y ahora se vengan con los viajantes), hasta llegar al asfalto, a 120 Km de la capital, en donde puede pasar de todo por obra y maneras de salteadores sin consciencia. A mí, mi Vicario General y mis curas  me prohíben subir al camión a causa de mis tres infartos y 9 muelles (stens) en el corazón. Iré en avioneta el mismo 23. Iremos hacia Francisco dando tumbos, pero con alegría, confiados de que su presencia es obra del Espíritu Santo capaz de resucitar cadáveres.


          En Bangassou llevamos preparando el viaje una semana. Algunos peregrinos están como un flan. Ir ahora a Bangui es ponerse encima del avispero sobre el que viven allí desde hace muchos meses. Y, de paso, cabrear a las avispas. Pueden lanzar una granada contra la multitud como hicieron el 4 de noviembre en una concentración de universitarios. No explotó esa vez. Era de fabricación china. Pero quién sabe si habrá una próxima. Hemos preparando el viaje desde la oración. ¡La oración de 69 valientes! Estamos con la oración del peregrino ruso, la de la frase (mantra) dicha con las cuentas del rosario, lentamente, sinceramente, atentamente, con amor y cosechando siempre paz interior. Todo para que el miedo no sea más fuerte que nuestra esperanza. La ilusión revolotea en el aire. Pero también un temeroso respeto, porque la capital vive desde hace meses una espiral de violencia que 12.000 cascos azules y 900 soldados franceses de la Sangaris no han sido capaces de frenar. Centroáfrica se ha descompuesto en pedacitos en los tres últimos  años. Líneas rojas han aparecido por todo el país dividiendo a musulmanes y no musulmanes, fragmentando la capital y otras zonas. Hay como una epidemia de violencia que no para, que gangrena una sociedad con olor a podrido y tensa, como la cuerda de una ballesta. La visita del Papa Francisco se vive como una contrarreloj rezando para que la lista de asesinatos no suba de los 120 muertos y 300 heridos que llevamos en pocas semanas y se pare por la fuerza de su llegada.


        El Imán Kobina Layama me da un abrazo cada vez que me ve. No por nada hace dos años, por la fuerza de Dios, le salvé la vida. Íbamos en mi coche hacia el aeropuerto con el arzobispo cuando varios centenares de exaltados, armados de machetes y palos, pararon el vehículo para linchar al Imán. Cerré todo con el mecanismo electrónico y me puse en la puerta para que nadie tocara a mi huésped. Me dijeron que nadie quería hacerme daño a mí y al arzobispo, pero que querían al Imán. El forcejeo duró una hora. El arzobispo Mgr Nzapalaïnga luchó también por la vida de su amigo. Nos escapamos de chiripa, el pobre Imán, tirado sobre la alfombrilla y protegido por los vidrios oscuros. Cada vez que me ve me da dos besos y le dice a su esposa que se quite el velo para que yo la bendiga.


        Papa Francisco vendrá hacia nosotros hablando de paz y reconciliación. Nosotros vivimos en un laberinto desde hace 3 años. Aún no hemos encontrado la puerta para salir. Ojalá que el Papa nos enseñe otra salida, quizás por arriba, como dice el poeta argentino Marechal que de "todo laberinto se sale desde arriba". Ojalá que Francisco nos ayude a ponernos en el escalón de arriba y dar con un nuevo itinerario que nos saque de esta violencia infernal. O, simplemente, que nos abra la puerta del Jubileo de la Misericordia en la catedral de la Inmaculada Concepción de Bangui para que, pasando por ella, Jesús nos recoja, cual Buen Samaritano, nos cure y nos lleve a la posada de la reconciliación.
¡¡¡Segunda parte, al final de la visita!!!

                                                                 Bangassou 20 noviembre 2015

                                                                 + Monseñor Juan José Aguirre,

                                                             Obispo de Bangassou (Centroáfrica)

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Jornadas  Estudios Bíblicos
PARRESÍA
– 2016 –
El Libro del ÉXODO

Docente:
Dr. Pablo Rubén Andiñach

FECHA, HORARIOS y LUGAR:
Desde Viernes 4 de marzo (14,00 hs.)
al domingo 6 de marzo  (17,00 hs.).

Residencia franciscana
en San Antonio de Arredondo

Costo total de las Jornadas: $ 1.200
(incluye alojamiento, comidas y curso)

Para inscribirse
El Jueves 3 de diciembre (19,00 hs)
en la Casa de la Catequesis 
(Obispo Trejo 459)


Para mayor información y/o inscripción:
Tel: (0351) 4576365 y (0351) 4922470


Pablo Andiñach es doctor en Teología, cursó estudios de postgrado en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) y en Iliff School of Theology (Denver, EEUU) donde se especializó en Antiguo Testamento.
Actualmente es profesor en el ISEDET y colabora como docente en la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino.
Es autor de notas al pie e introducciones al Antiguo Testamento de la nueva edición de la Biblia El Pueblo de Dios (Verbo Divino, 2015).

Ante el gran terror, alzad vuestra cabeza 

(Dom 1 Adviento)

Xabier Pikaza
Lucas 21, 25-28. 34-36. 
Adviento es advenimiento del Hombre: Como Rayo de esperanza en un mundo que parece irremisiblemente condenado, viene Dios, el hombre nuevo

Así dice el evangelio: En estos tiempos malos (los que ahora están aconteciendo), los creyentes “verán al Hijo del hombre que viene en la nube”, esto es, que “sale” de la nube de la historia, para iluminar la oscuridad de nuestro tiempo.
El mismo evangelio añade: “cuando empiecen a suceder estas cosas (los males del fin de los tiempos), levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación".
Ésta es la palabra clave: Levantad la cabeza pues nace (nacerá) el Hombre (varón y/o mujer), el Hijo de Dios. Nadie ni nada podrá impedir su llegada.
Esta palabra proclama nuestra esperanza de Adviento: Nacerá el “ser humano”, que es principio y camino de vida, al margen de esta sociedad dominadora, no para destruirla, sino para cambiarla por dentro, ofreciendo esperanza de vida.
Por eso, en medio de grandes desastres, bajo la amenaza de bombas turcas o rusas, de ISIS o Francia (¡todas tan iguales, tan distintas!) podemos levantar nuestras cabezas, porque Dios quiere nacer como Emmanuel entre/con nosotros” (cf. Is 7, 14)…

Texto. Lucas 21, 25-28. 34-36
1. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. 2. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán.
2. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad.
3. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
4. Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
5. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre."

Introducción:
Éste es un texto de larguísima historia en la esperanza de la humanidad, en las profecías de Israel, en el mensaje de Jesús y, de un modo más preciso, en la historia de la Iglesia primitiva.
-- Un texto antiguo, pero extrañamente actual: Como si lo hubiéramos escrito hace unas horas, conmocionados por los asesinatos de ISIS en París, que han despertado todos nuestros miedos... Conmocionados porque sabemos que estamos envenenando el agua limpia de la tierra y el aire del cielo..., lo sabemos y no podemos volvernos atrás, porque queremos seguir manchando todo, para ganar más y más, por ganar todo...
(a) Hay rasgos de miedo universal (¡todos los pueblos han sufrido terrores ante el cosmos!), vinculados a la experiencia y esperanza de los profetas de Israel y de los apocalípticos judíos.
Éste es un texto mundial de miedo y de esperanza, muy apto para nuestro tiempo, cargado también de miedos sociales, económicos, humanos. ¿Podremos escuchar en medio de ellos la voz que dice: Levantad vuestra cabeza...?

(b) Este pasaje recoge la experiencia de Jesús y de las primeras comunidades cristianas, especialmente aquella que se ha expresado en el evangelio de Mc 13 (capítulo del que Lucas toma los temas principales de su texto). Sus palabras nos sitúan en la raíz de la esperanza del principio del cristianismo.

(c) El texto proviene de la comunidad de Lucas, con la propia inspiración del evangelista. Para entenderlo bien hay que leerlo y comprenderlo desde el conjunto del Evangelio de Lucas, a cabello entre el judaísmo y la cultura griega, en un momento de cambios muy fuertes, de tipo social y cultural.

(d) El texto ha sido recortado y pegado por la liturgia católica, que toma unos pasajes y deja otros (de Lc 21, 25-36) para recomponerlos de un modo convencional, creando un collage apropiado para el comienzo del adviento católico, pasandol del fin de la historia a su comienzo, iniciando el Adviento.

(e) Éste debe ser un texto mío, un texto nuestro… Cada uno de nosotros debemos elaborarlo, situándolo dentro de nuestras esperanzas, miedos y alegrías. No puedo recoger esa historia, me limito a comentar del modo más sencillo las palabras del texto actual, conforme a mi visión particular, de creyente y lector de la Biblia, que quiero compartir con vosotros.

Para seguir leyendo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/11/25/dom-2-12-12-adviento-hombre-a-la-vista-